En lo que va de 2010, la Fiscalía constata que el repunte de la criminalidad sigue una tendencia similar al año pasado, con un aumento ligero desde el punto de vista cuantitativo pero con significativos cambios en cuanto a los tipos de delitos. Así, con la crisis, han aumentado las sustracciones en las zonas rurales, que afectan a plantaciones agrícolas y explotaciones ganaderas, y los robos de productos alimentarios.
También crecen las estafas inmobiliarias y delitos urbanísticos. En cuanto a la corrupción política, la Fiscalía defiende que es un delito en auge porque ha aumentado la edificación en su control y persecución. En este sentido, Jesús García Calderón señaló que el año pasado elaboró un informe para la Fiscalía del Estado que reveló un "número elevado" de casos en los que intervino el ministerio público, normalmente iniciadas a raíz de una actuación policial, y defendió la "imparcialidad" de su departamento en la persecución de estos delitos. "Lamentablemente la corrupción política afecta a todos los grupos, grandes y minoritarios, pero sí se podrían establecer diferencias es en la forma de actuar contra ella", reconoció, aunque rehusó aclarar más al respecto al no ser su "competencia".