No habrá recortes de plantilla ni se eliminarán servicios, pero la reducción de los ingresos del Ayuntamiento obligará a un recorte de los gastos de personal. El plan de ampliación de plantilla se bloquea, los sueldos subirán sólo el 0,3% que marca la ley y se reducirá el gasto en productividad. En total, más de 25 millones de euros de ahorro.
El plan de choque de la Delegación de Recursos Humanos debe aún negociarse con los sindicatos, aunque el margen es estrecho. Como ya ha advertido el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, para el próximo ejercicio no hay dinero. Se han reducido en 52 millones las transferencias del Estado y en unos siete los ingresos propios por impuestos relacionados con la construcción. Y los recortes afectarán a una de las partidas más cuantiosas de los presupuestos: los gastos de personal, que se llevan más de 500 millones de euros. La reducción conllevará que no habrá dinero para impulsar el acuerdo laboral firmado en 2008 que implicaba la creación de 189 puestos y una subida salarial de 0,7 puntos por encima del IPC y que tenía un coste de entre 15 y 18 millones -aunque según fuentes sindicales los nuevos empleos costaban menos de diez millones-. El segundo gran recorte se producirá en los planes de productividad, donde la compra de descansos se lleva más de 14 millones al año especialmente en Policía -los turnos nocturnos de fin de semana se cobran a 189 euros cada uno- y en Bomberos -para cubrir servicios mínimos se compran una decena de descansos a 700 euros-.
El delegado de Convivencia y Seguridad y Recursos Humanos, Alfonso Mir, tiene que resolver dos interrogantes para poner en marcha este plan: cómo aplicar los recortes de gastos sin afectar a los servicios y cómo conseguir que los sindicatos acepten medidas y renuncien a acuerdos ya firmados.
La primera parte implica en primer lugar responder a una histórica demanda sindical: cubrir las vacantes. En el mismo acuerdo laboral que ahora se congela se recoge la necesidad de cubrir 360 puestos en el Ayuntamiento, a los que habría que añadir los de Policía y Bomberos, más de 200, que deben resolverse con convocatorias de forma inmediata. En segundo lugar, reestructurar los servicios con un reajuste de los calendarios laborales, que afectará principalmente a Policía y Bomberos. Para suprimir las productividades será necesario aprobar definitivamente la nueva Relación de Puestos de Trabajo de la Policía, y crear una unidad específica para vandalismo y botellonas que permita suprimir la compra de descansos. A esto habría que añadir una modificación de los turnos de trabajo. El primer paso ha sido la congelación definitiva del plan de productividad propuesto a la Policía para controlar las obras del Plan 8.000 que iba a costar 450.000 euros sólo en un trimestre. En el caso de Bomberos, la idea es similar: reordenar el servicio, lo que implicará una renegociación de los calendarios. Se pasaría de turnos de 24 horas una vez cada 4 días a turnos de 12 horas.
El tercer eje de trabajo será la lucha contra el absentismo. Los datos que maneja el Ayuntamiento son elevados y afectan directamente al servicio. En casos como limpieza, se cifran en ocasiones en torno al 20%, lo que explica según el Gobierno local la falta de recursos humanos. Para resolverlo se ha aprobado ya aplicar un sistema similar al de Lipasam: se contratará a una empresa externa que pondrá a un equipo de médicos a revisar los expedientes de aquellas personas que se den de baja para analizar sus motivos y apercibirles en caso de irregularidades.
Para el segundo interrogante -¿cómo explicárselo a los sindicatos?- aún no hay respuesta. Sobre todo por el acuerdo laboral. Lo firmaron con Emilio Carrillo, lo tildó de ilegal el resto del equipo de Gobierno y en una cesión más de carácter orgánica se aprobó casi de forma íntegra en una sesión plenaria. Los sindicatos han reclamado en repetidas ocasiones su cumplimiento, no tanto por la revisión salarial como por la creación de nuevos puestos de trabajo.
Mir reunió ayer a los secretarios generales de los cinco sindicatos para trasladarles su plan y en las próximas semanas mantendrá encuentros con los gerentes de las cuatro empresas municipales con el mismo objetivo: es necesario recortar gastos ante la crisis económica. "Creo que los sindicatos y todos los trabajadores de la Gerencia deben entender que la situación económica es muy delicada y que la situación ha cambiado respecto a la firma del convenio".
Los sindicatos recibieron una propuesta que ya temían. Desde UGT subrayaron su malestar por la congelación de un acuerdo firmado en dos ocasiones.
Policía Local. El Ayuntamiento gasta más de nueve millones de euros en comprar descansos a policías. El objetivo es recortarlo a lo mínimo posible. Para ello, es necesario impulsar la RPT pendiente desde hace años, y reordenar el sistema de descansos de los agentes de la Policía. Con esto, los servicios nocturnos de los fines de semana dejarán de abonarse como compra de descansos.
Bomberos. Con la última propuesta de ampliar los servicios mínimos, el gasto en productividad en bomberos se podía disparar en más de dos millones de euros el gasto por este concepto. Para evitarlo se va a acelerar la cobertura de las vacantes y se pretende implantar un nuevo sistema de turnos que modifique el calendario de trabajo actual: un servicio de 24 horas cada cuatro jornadas.
Absentismo. El absentismo en determinados servicios se sitúa desde hace meses entre las principales preocupaciones del Ayuntamiento. El objetivo es aplicar un mecanismo como el que ya se puso en marcha en Lipasam: un sistema externo de control. Un equipo de médicos de una empresa que contratará el Consistorio revisará caso a caso las bajas que se produzcan en los distintos servicios municipales.
Vacantes. En el acuerdo laboral firmado con los sindicatos a principios de año se establecía que existían alrededor de 360 plazas vacantes en los servicios municipales. El Ayuntamiento plantea como compromiso ante los sindicatos que se acelere la cobertura de estas vacantes para permitir que se mantengan los servicios sin incorporar los refuerzos comprometidos por el Gobierno local.
Acuerdo de Carrillo. El acuerdo que firmó Emilio Carrillo como delegado de Recursos Humanos y que generó un conflicto orgánico en el grupo municipal no se aplicará pese a que luego fue ratificado en un guiño al partido por el Gobierno municipal. No se van a crear las 189 plazas previstas ni se va a aplicar la subida salarial de 0,7 puntos por encima del IPC. Las nóminas se van a ajustar al 0,3% que establece la Ley de Presupuestos.
