Josep Borrell, junto a Nicholas Stern, que inauguró la Escuela de Cambio Climático de la Fundación Focus-Abengoa. / J.M. Paisano El experto internacional en cambio climático Lord Nicholas Stern alertó este lunes de que la crisis «ha desviado la atención» de Occidente sobre los «riesgos enormes» del calentamiento global, por lo que urgió a consolidar «un liderazgo» para afrontar con urgencia esta amenaza. «La crisis ha desviado nuestra atención y vamos por mal camino, porque los últimos informes dejan muy claro que el clima está cambiando y que no hay ninguna duda de que es por la acción del hombre», señaló el exdirector económico del Banco Mundial y presidente del Instituto de Investigación Grantham sobre cambio climático a los periodistas antes de inaugurar la Escuela de la Transición Energética y el Cambio Climático que organiza la Fundación Focus-Abengoa y dirige Josep Borrell. El autor del Informe Stern recordó que los últimos estudios señalan que si no se reducen las emisiones de dióxido de carbono la temperatura media aumentará en un siglo «en cuatro grados, lo cual sería destructivo, o en seis, que sería terrorífico». «Ningún homo sapiens se ha enfrentado a un aumento de las temperaturas como el actual y Occidente podría convertirse en un desierto, con grandes migraciones hacia el norte y con millones de personas que tendrán que desplazarse, lo que generará graves conflictos». Con todo, Stern matizó que nuestra generación es «la última» que puede combatir esta amenaza y valoró que existen «elementos de optimismo» como el veloz desarrollo de tecnologías menos contaminantes. Por ello abogó por que la transición hacia un sistema económico menos dependiente del carbón no se entienda como un problema para la competitividad sino como una alternativa para salir de la crisis, luchar contra el paro y consolidar «una nueva revolución industrial más silenciosa pero muy productiva». También recordó que los recientes sucesos de Ucrania y la incertidumbre sobre el abastecimiento de gas ruso deben hacer reflexionar a Europa sobre los riesgos de su «seguridad energética» en una economía tan dependiente de los combustibles fósiles. Stern reclamó a la UE que fije «objetivos muy ambiciosos», como reducir un 30 por ciento su emisiones de gases de efecto invernadero en 2030. «Necesitamos un cambio extraordinariamente veloz y de una magnitud ingente, pero la buena noticia es que estamos a tiempo de hacerlo y que los costes de la energía solar ya son competitivos en muchas partes del mundo», aseveró. Preguntado por el cambio de política energética en España, contestó que las modificaciones en esta materia «no conducen a nada» y son «el enemigo número uno de la inversión». Stern advirtió de que España es «uno de los sitios más peligrosos» pues un leve aumento de la temperatura media la convertirá «en un desierto en cien años» pero resaltó que puede volver a ser líder en renovables. Apeló, además, a los ciudadanos para que «den ejemplo» adoptando medidas de eficiencia energética y presionando a sus políticos para que combatan el cambio climático y «primando» las empresas que menos carbono consuman.