Isla Mágica tiene todas las papeletas para ser "refugio" ante la crisis. Es un parque "cercano, asequible y atractivo" de ahí que sea la alternativa a destinos caros y lejanos como Disney World, en Florida. Así lo explicaron ayer el presidente de Isla Mágica, Luis Navarrete, y su director general, Antonio Peláez, quien indicó que a 31 de mayo las cuentas del parque han mejorado alrededor de un 20%. A su juicio, el objetivo es que en "no más de dos años" los números rojos del parque desaparezcan y la cuenta de resultados sea definitivamente positiva.
El lastre en forma de deudas que arrastra el recinto desde hace años (como la devolución de incentivos regionales) parece que podría desaparecer tras la nueva concesión administrativa. Las amortizaciones ya son a 50 años, el parque se ha deshecho de suelos que no usaba y el canon que paga a la Junta por el terreno ha bajado. "Por eso, en los primeros meses de la temporada, el resultado de explotación mejoró un 22% y el resultado neto, un 19%", defendió Peláez.
Además, la crisis económica augura buenos resultados para Isla Mágica. En dos meses y medio ya se han vendido 20.000 pases de temporada. En la noche de ayer se batió el récord de esta temporada (que arrancó en abril) con más de 10.000 personas en la clausura de los juegos deportivos municipales.
En la última semana casi 35.000 escolares han visitado el recinto y se prevé que a final de la temporada pasen por el parque más de 100.000 estudiantes. De todas formas, Isla Mágica habla portugués, ya que casi un tercio de las visitas en verano provienen del país vecino. Ya que el 65% de las personas que se acercan al recinto repiten, las novedades se hacen fundamentales. De ahí la incorporación de nuevos espectáculos, como el de los acróbatas chinos, Aguamanía y el Sapo Saltón, entre otros. La promoción de un niño gratis se prolongará desde finales de este mes hasta julio.
