Menos mal que nos quedan el PP y los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO ya que todo lo demás, está en crisis incluido el todopoderoso PSOE andaluz que ha tropezado con el "gobierno amigo" de Zapatero a cuenta de la llamada Deuda Histórica.
Para colmo, hasta los empresarios han entrado en crisis, no la económica, que eso ya se da por sabido y reconocido, sino la orgánica, después de la destitución fulminante de Juan Jiménez Aguilar como secretario general y vicepresidente de la CEOE. Su liquidación de la cúpula de la patronal, en la que aparecía como figura imprescindible, se debe a su nuevo presidente Gerardo Díaz Ferrán. Y ahí tienen al presidente de la CEA, Santiago Herrero, haciéndose el valiente.
Pide elecciones anticipadas mientras que el propio Díaz Ferrán anuncia su proyecto de refundación, un futuro esquema en el que, desde luego, no entra para nada el propio Herrero, de modo que vaya preparando el cuerpo nuestro dirigente empresarial para lo que pueda venir a partir de ahora.
A este escenario de convulsiones internas se suma el protagonismo propio que asume el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín dispuesto, junto con el secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, a que no nos aburramos y nos mantengamos entretenidos con el pulso que mantienen no sabe hasta cuándo y con qué consecuencias.
El fiasco de los socialistas . Lo de los socialistas no era de esperar. En la Junta confiaban en que, por muchas dificultades que ofreciera la coyuntura económica en la que nos encontramos, se establecería, al final, una salida con la que salvar la cara ante los andaluces en relación a esa china en el zapato en la que se ha convertido la Deuda Histórica dichosa. Pero el gobierno amigo de Zapatero, esta vez, les ha fallado y ahora tienen ante sí un grave problema a resolver. Máxime cuando, además, condicionan su apoyo al nuevo modelo de financiación autonómica a la resolución previa de esta cuestión.
Esto es, lo impensable hace tan sólo unos meses cuando Chaves iba por ahí dando la cara a favor de la propuesta que en esta materia había presentado Solbes y que, salvo a los andaluces, a nadie más convencía. Tanto es así que el propio Ejecutivo central ha tenido que envainársela ante la presiones de los catalanes y volver a la casilla cero, según particular expresión del mismo Solbes. Todo ello, como se ha podido comprobar, después de intensas negociaciones personales entre Zapatero y el mismo Montilla. O sea que Chaves y lo suyos se han quedado, literalmente, colgados de la brocha.
La fiesta de los populares . O sea que en todas partes cuecen habas menos en la familia popular que celebra, este fin de semana, su cónclave regional en Córdoba en un clima de fiesta y unidad. Hasta los aguerridos sindicalistas, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero se han sumado a la celebración.
Sí, los mismos que son denostados por suscribir los acuerdos de concertación social que sus anfitriones consideran poco menos que la sopa boba para que se mantengan fieles y sumisos al "régimen chavista". Pero tampoco es cuestión de lanzar reproches por ahí, ahora que deciden los populares acercarse más que nunca al centro político andaluz que tanto anhelan. Y todo sin fractura interna alguna, no como otros.
