Javier Alonso
La empresa Azagra tiene la adjudicación de 13 aparcamientos para residentes en los barrios de la ciudad. Las obras llevan meses frenadas ante la falta de liquidez de la firma, lo que ha llevado al Consistorio a iniciar un procedimiento de rescate. Hay casi 4.000 plazas en juego, muchas ya abonadas.
El plan director de aparcamientos para residentes se dividió en tres lotes. Dos de ellos fueron adjudicados a la firma Equipark, una UTE de la que forma parte Azagra, por una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 10 de agosto de 2007. En total, 13 estacionamientos, a los que se puede sumar el de Rochelambert dependiente de la Gerencia de Urbanismo y gestionado por la misma compañía. Casi 4.000 plazas. Todas las obras de estos estacionamientos están paradas, un problema que se ha sumado al retraso que ya acumulaban, puesto que fueron anunciados en 2004 para el anterior mandato. Pero en esta ocasión, la empresa ha comunicado al Consistorio que carece de liquidez para afrontar los trabajos, lo que ha llevado a la Delegación de Movilidad, que dirige Francisco Fernández, a iniciar los trámites para retirar la concesión de 13 de estas instalaciones a la empresa y negociar una salida al nuevo problema que se genera. Se estudian varias opciones desde hace semanas, con el objetivo de mantener como horizonte para la construcción de los estacionamientos subterráneos este mandato.
El principal problema ahora es cómo garantizar la continuidad de las obras y el coste que tendrán los rescates. Las adjudicaciones se realizaron en dos lotes por un presupuesto de 18,7 millones el primero y 25,7 millones de euros para el segundo. En total, 44,4 millones de euros. Además, se debe definir cómo afrontar el impacto que pueda tener en las personas adjudicatarias de una plaza este nuevo revés al plan director de aparcamiento, cuyo impacto intenta atenuar el área de Movilidad. Miles de vecinos abonaron entre 2007 y 2008 una entrada de 1.000 euros y cuotas mensuales de unos 300 en concepto de reserva y adquisición de una plaza. En los últimos meses han sido varios los residentes que han reclamado la devolución de esta cantidad. En diciembre de 2007 estaban contabilizados ya una veintena, cifra que ha aumentado en 2008. De hecho, diriamente son muchos los vecinos que se acerca a la única oficina que queda abierta de Equipark para realizar los trámites para recuperar su reserva y existe ya una bolsa abierta para que se inscriban vecinos para aspirar a los estacionamientos que dejen libre los adjudicatarios que renuncien.
Al margen de los procedimientos que se realicen para rescatar la concesión, la Delegación de Movilidad garantiza desde que se iniciaron las reclamaciones de los vecinos la devolución íntegra de las cantidades abonadas. De hecho, ya ha habido varios que las han cobrado.
Queda aún por resolver qué ocurrirá con los intereses que ha generado el dinero que ha tenido en su poder la empresa Azagra durante los últimos años. Aunque las cantidades son bajas, el área de Movilidad se comprometió hace alrededor de un año y medio a que este dinero se reinvirtiese en la mejora de las instalaciones, un extremo que ahora será necesario negociar una vez que se defina el modelo al que se va a recurrir para desatascar este proyecto municipal.
El parón afecta a aparcamientos ubicados en distintos barrios de la ciudad, desde la zona de Bami, hasta el distrito Este, donde se concentran muchos de los estacionamientos previstos en el proyecto anunciado en 2004. Todos los del plan director, salvo los seis que se quedó la empresa adjudicataria Iniciativas Aparca, la única que ha concluido algunos de los proyectos en Triana y que, aunque ha rebasado los plazos anunciados, no lo ha hecho en más de un año.
En el caso de Azagra, la mayoría de los estacionamientos tenían como fecha límite para su inauguración mediados de 2008, un plazo que en muchos de los casos transcurrió sin que las obras llegasen ni siquiera a comenzar. Ahora, el Consistorio debe acelerar al máximo los trámites si quiere cumplir su objetivo de tener los estacionamientos disponibles a lo largo de este mandato, como además se recoge en el programa electoral del PSOE. Los plazos de ejecución son de alrededor de un año, lo que provoca que las obras deben arrancar entre finales de este ejercicio y principios del siguiente, si quiere evitar afrontar las elecciones con este conflicto vecinal enquistado en varios barrios.
