Economía

La crisis ‘se come’ una quinta parte de las fortunas sevillanas

El patrimonio cae un 20%, hasta 6.110 millones, en manos de 8.147 personas

el 17 mar 2010 / 20:57 h.

Tras dos años de crisis, toca hacer balance del impacto que ésta ha tenido sobre los patrimonios financieros más cuantiosos, entendiendo por éstos los que superan los 300.000 euros. Y el resultado que arroja para las fortunas sevillanas es que éstas menguaron casi un 20%, al pasar de un volumen de 7.607 millones de euros en 2007 hasta los 6.110 millones contabilizados a fecha de junio de 2009, según los datos recopilados por Banif, la división de banca privada del Santander.

Menor fue el descenso de la cifra de sevillanos propietarios de ese patrimonio, que se situó en el 14%, hasta los 8.147 (hace dos años se contaban 9.295 bajo ese perfil). De esta manera, la riqueza media que atesoraban los más acaudalados de la provincia justo antes de la debacle económica rozaba los 819.000 euros por titular, mientras que año y medio después, ésta se ha rebajado hasta los 750.000 euros, lo que se traduce en una merma de 69.000 euros de media.

La capital sevillana acumula el 41,6% del patrimonio total (2.545 millones en manos de 4.242 personas), mientras que destacan entre los municipios Alcalá de Guadaíra (con 268 millones que se reparten 447 personas), Dos Hermanas (con un volumen de 402 millones para 790 titulares) y Utrera, que contabiliza 155 millones y 304 personas.

El desplome fue aún mayor en el ámbito andaluz, donde se estima un mercado potencial para la banca privada de 31.023 millones de euros -el 24% menos respecto a 2007- y 46.510 clientes, cifra un 13% inferior.

Y en esa evolución a la baja tuvo mucho que ver, según explicó ayer Manuel Sánchez Alarcón, director territorial de Banif en Andalucía, Extremadura y Canarias, además de la coyuntura negativa, el comportamiento del mercado inmobiliario, sobre el que se había basado gran parte del enriquecimiento de los años previos al estallido de ambas crisis -económica y del ladrillo-.

Según Banif, desde julio de 2007 hasta igual mes de 2009 el volumen de los grandes patrimonios en España experimentó un retroceso del 22%, desde los 492.557 millones de euros hasta los 386.100 millones, mientras que la caída en número de personas fue del 10%, hasta colocarse en 399.304.

Más conservador. De una manera muy gráfica se explica cuál ha sido el cambio de actitud del inversor tras estos dos últimos años. Ha pasado de "ayúdame a invertir" a "ayúdame a preservar mi patrimonio". Es ahora, a juicio de Sánchez Alarcón, cuando muchos clientes demandan asesoramiento personalizado, aunque la nota común en todos ellos es que se han vuelto más conservadores. Ya no importa tanto una elevada rentabilidad como que la inversión sea segura, de calidad y no corra riesgos.

Aun así, 2009 continuó siendo un año "duro" para la banca privada, cuyo negocio acaparan los bancos tradicionales con una cuota del 64%. En ese ejercicio persistió la resaca de un 2008 en el que se produjo "lo que muchos llamaron la tormenta perfecta" por la suma de ingredientes como la falta de liquidez, unida al descenso de la actividad económica y el retroceso de los mercados, lo que generó un paso atrás para el negocio de la banca privada en el que pesó demasiado la desconfianza de los inversores, que aún se palpa pese a la recuperación experimentada por los mercados bursátiles.

En el caso de Banif, que dentro de su segmento de entidades especializadas cuenta con una cuota de mercado del 40% en Andalucía, el año pasado fue un ejercicio complicado en cuanto a resultados, pues tuvo que impactar sobre sus cuentas el efecto de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, que se ha convertido ya en el símbolo del estallido de la crisis financiera.

Aunque no quiso precisar cuánto le costó esa bancarrota, sus responsables sí abundaron en que "pese a haber hecho las cosas bien", la compañía optó por pagar a los clientes afectados con recursos propios, decisión que consideraron que ha ayudado "a reforzar la confianza de nuestros clientes y hasta de la competencia". Es lo que explica que el resultado antes de impuestos cayese casi un 56% en 2008, hasta situarse en los 40,88 millones (frente a los 92,67 millones de 2007). Al cierre de 2009, Banif obtuvo 38,77 millones de beneficio bruto, el 5,16% menos.

No obstante, logró recuperar parte de los recursos gestionados, que se colocaron en los 31.070 millones, con un alza del 6,7% en comparación con 2008. Un crecimiento que Sánchez Alarcón justificó por la actitud proteccionista de los inversores, "que prefirieron preservar el capital antes que ganar más".

La lección aprendida en estos años se traduce en que a día de hoy el cliente da prioridad a preservar el patrimonio, demanda productos más sencillos y desconfía de las rentabilidades elevadas en el corto plazo.

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