El deporte y, sobre todo, sus grandes gestas, se han convertido en las últimas décadas en el mejor refugio para contrarrestar el pesimismo. El aliento que proporciona el deporte se acentúa en tiempos de crisis, en los que los ciudadanos necesitan aliviar la angustia que padecen y tratar de compensar de alguna manera el clima de desesperanza que se instala en las sociedades.
Así lo explican expertos en Psicología, Antropología y Sociología consultados por Efe, que han constatado la necesidad que tienen los ciudadanos de recibir "impulsos" positivos para intentar "enmascarar" otros problemas. Ahora encuentran los estímulos que necesitan en el tenis, en el motociclismo, en la Fórmula 1, en el ciclismo o en el fútbol. De este modo, los ciudadanos se acaban identificando con los representantes españoles en cada una de esas disciplinas deportivas e interiorizando sus éxitos y proezas.
Pero a pesar de que las noticias deportivas afectan y, en muchos casos, determinan el estado de ánimo de una persona, no influyen en el estado de opinión de los ciudadanos. El sociólogo Alberto Penadés asegura que los factores "estacionales" contribuyen más en el resultado de una encuesta que los resultados de grandes eventos deportivos.
Penadés, experto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), mantiene que el resultado de una encuesta no varía si se hace por ejemplo tras un gran triunfo de la selección española, pero sí es radicalmente distinto si se hace después de un periodo de vacaciones (en este caso será más negativa) o en los días previos a la Navidad (más positiva).
No obstante, el investigador del consejo Superior de Investigaciones Científicas, Manuel Mandianes ha comprobado que durante las épocas de bonanza, las buenas noticias, incluidas las referentes a acontecimientos deportivos, se diluyen más que durante los periodos de crisis económicas como el que está atravesando muestro país, en el que cobran una especial relevancia los sucesos positivos.
El antropólogo Mandianes ejemplifica esta situación con la coincidencia que tuvo lugar el pasado 16 de junio, entre el primer partido de España en el Mundial de Sudáfrica (frente a Suiza) y la aprobación, en Consejo de Ministros, del decreto que concretará la reforma laboral. Mendianes se percató del desigual espacio y tiempo que ocuparon ambas noticias en los medios de comunicación, a pesar de la incidencia directa que una y otra tienen en cada uno de los ciudadanos.
El antropólogo concluye su estudio con la reflexión de que las sociedades necesitan "una expansión, una reacción" y, por eso, magnifican los acontecimientos deportivos, sobre todo, cuando éstos acarrean victorias y triunfos. Además, Mandianes mantiene que un pueblo no puede vivir sin ídolos y localiza a éstos en ámbitos como la política, la religión, y también el deporte.
Por otro lado, el investigador considera que el refugio en el deporte es una respuesta "muy positiva". En este sentido, advierte de lo que pasaría en una sociedad con cuatro millones de parados y millones de personas más afectadas de una forma directa por la grave situación económica que vive España. "Si este tipo de situaciones no encuentran respuestas masivas y colectivas, degeneran en una angustia individual absolutamente insoportable", aclara Mandianes.
Por su parte, el psicólogo Pablo del Río, considera que los ciudadanos se proyectan sobre sus ídolos deportivos con el fin de "disfrutar, vibrar y divertirse" con ellos, y acaban convirtiéndose en "partícipes" de sus logros.
Del Río, doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático en la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación en la Universidad Carlos III de Madrid, mantiene que el "bagaje de emociones" de los ciudadanos se activa cuando participan de esos éxitos deportivos.
La solución para las miles de personas que tienen un problema económico, financiero, de salud o de cualquier otro tipo es cobijarse en aspectos positivos y, muchas veces, encuentran en la victoria de la selección española de fútbol o en el triunfo del tenista español en uno de los grandes torneos, esos referentes positivos que necesitan para seguir adelante.