Cuando están a punto de cumplirse tres meses desde la celebración de la copa Davis, la cubierta de la final, cuya reutilización iba a ser inmediata según lo anunciado por el gobierno local, continúa almacenada en el estadio olímpico, con dificultades técnicas para su reutilización y sin un futuro definido.
Así lo recoge el expediente y las últimas respuestas remitidas por el gobierno local al grupo socialista en las que mantiene abiertas todas las opciones para tratar de aprovechar la infraestructura. Mientras esto ocurre, sigue aumentando, aunque sea de forma simbólica el coste y el desequilibrio de la Asociación para la Promoción Exterior de Sevilla (Apes) desde la que se han tramitado todas las contrataciones. Cada mes que pasan se deben abonar 780 euros a la sociedad estadio olímpico por el almacenaje de la cubierta.
Aunque durante semanas anunció que el coste de la final de la Davis sería más económico que el de la de 2004 porque la cubierta en vez de comprarse, se alquilaría, finalmente el Ayuntamiento optó por comprar la infraestructura a la firma Lanik, que no autorizaba alquileres. La misma empresa, una cubierta similar, pero el precio se redujo casi a la mitad respecto a hace siete años. En total, 429.025 euros más IVA, un precio que incluía el montaje y el desmontaje. Sin embargo, según fuentes de la Corporación municipal consultadas por este periódico, en el propio expediente aparece una advertencia de la empresa firmada por Iván Uzcudum, del departamento comercial. "Reducimos la superficie de estructura y aplicamos las cargas correspondientes a estructuras eventuales, lo que disminuirá las posibilidades de reutilización de la estructura". Este periódico intentó sin éxito conocer la versión de la empresa sobre el alcance de estas dificultades técnicas.
En cualquier caso, el Ayuntamiento mantuvo su intención de reutilizar la cubierta de la Copa Davis en otra instalación de la ciudad, posibilidad que aún contempla, pero que, casi tres meses después de la celebración final, aún no ha definido. Así que, mientras tanto, ha optado por almacenar las piezas en el Estadio Olímpico pese a su coste y al riesgo de deterioro para la infraestructura. De hecho, el Consistorio barajó otras opciones menos dañinas para la cubierta. Y todas fueron descartadas. Desistió así el Consistorio de trasladar la cubierta a Los Bermejales, al Distrito Norte, al mismo punto de Sevilla Este donde desapareció la anterior y al Auditorio. Finalmente, la solución provisional se prolonga, aunque según el área de Deportes, "no se han producido daños salvo las consecuencias del montaje y desmontaje de una infraestructura de esas características".
Descartadas estas soluciones provisionales, sólo queda determinar cuál será el futuro definitivo de la infraestructura. En estos momentos, el Ayuntamiento está realizando estudios para ubicar la cubierta en el Charco de la Pava, en el polideportivo Hytasa, en el Parque Amate, en Los Príncipes o en San Jerónimo. Todas las posibilidades siguen abiertas, a la espera de unos informes técnicos en parte condicionados por las limitaciones de la infraestructura adquirida.
A este problema se añade otro factor. La cubierta de la Davis la adquiere la Asociación para la Promoción Exterior de Sevilla que es quien firma el contrato con Lanik. Es decir, que figura en la cuenta de resultados de este organismo que debe ahora desprenderse de ella. Según la última respuesta remitida por el gobierno al grupo socialista, el planteamiento de futuro pasa por una cesión de la cubierta a un "ente gestor". Y el propio Ayuntamiento admite cuál será el modelo de trabajo: "Una vez elegido el terreno se elaborará un pliego de condiciones técnicas en el que se establecerá que el Ayuntamiento cederá los suelos y el ente gestor que se encargue de explotar los terrenos será el encargado de asumir los costes del montaje de la cubierta". Si este ente gestor, es el IMD, el Ayuntamiento podría tener que volver a pagar por la cubierta para evitar un desajuste en las cuentas de la Apes. Si no, podría suponer la privatización de un espacio y la venta con él de la infraestructura adquirida por el Consistorio para la final.
Este debate se abre después de que el Consistorio optara inicialmente, visto el precedente de la cubierta que fue sustraída al anterior gobierno local, por alquilar la cubierta para la final. Pero, tras realizar los cálculos y revisar las ofertas existentes, acabó cambiando de modelo y optando también por la compra.
Tras 8 años, de nuevo problemas con la cubierta
Por segunda vez, la reutilización de la cubierta de la Copa Davis le genera problemas al gobierno local. En 2004, fue la delegación de Deportes, en manos de IU, la que optó por almacenar la cubierta en unos terrenos a la espera del proyecto del pabellón de La Paz, que se presupuestó a la baja contando con esa infraestructura, que costó casi un millón de euros. Finalmente, los materiales fueron robados, y los que se recuperaron sufrieron tal deterioro que eran prácticamente inutilizables, salvo algunas piezas aisladas. El resultado, además del desgaste político y de la pérdida económica, fue un desajuste en el pabellón de La Paz, que acabó construyéndose en contra de informes técnicos y con un elevado sobrecoste.
