"Es un accionista estable y de relieve, una oportunidad para la inmobiliaria, sus empleados y sus accionistas". El presidente de Colonial, Mariano Miguel, acogía ayer con los brazos abiertos la oferta de compra lanzada por el fondo dubaití ICD. Aplauso bursátil, 9,28% al alza.
El consejo de administración de Inmobiliaria Colonial dio ayer luz verde al acuerdo de compraventa del negocio patrimonial de la compañía pactado por el fondo soberano de Dubai (ICD) con los principales socios de la inmobiliaria, entre ellos el sevillano Luis Portillo, y que implicará la división del grupo y la segregación de la actividad promotora y de suelo.
En una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo, presidido por Mariano Miguel, manifiestó su "disposición favorable" a poner en marcha de inmediato "los distintos aspectos de las operaciones propuestas" en el acuerdo de compraventa, por el que ICD, brazo ejecutor de las inversiones del Estado de Dubai, pagará 1,19 euros por cada título de Colonial, una vez que la compañía se haya escindido.
No obstante, en su comunicación al supervisor del mercado, la cúpula de la inmobiliaria advierte de que en todo este proceso "velará por la protección del interés social y de los socios", y garantiza que actuará "de conformidad con las normas de buen gobierno corporativo, para asegurar el principio de paridad de trato a todos los accionistas".
La bendición del consejo de administración es uno de los requisitos que condicionan la oferta de ICD, ya que ésta sólo se hará efectiva si se refinancian los 8.961 millones de euros de deuda.
Los principales accionistas, asimismo, tendrán que alcanzar un acuerdo con los bancos y cajas con los que compraron a crédito acciones de Colonial para que liberen los títulos que custodian como garantía de esas adquisiciones.
De acuerdo con el compromiso alcanzado con los dubaitíes, la escisión deberá realizarse en un plazo máximo de cinco meses, ampliable a otros dos, a contar desde que el acuerdo sea efectivo.
La entrada de ICD constituye, a juicio de Mariano Miguel, "una muestra de confianza para todo el sector inmobiliario nacional, al ser un punto de inflexión en un sector tremendamente castigado por la falta de financiación internacional tras la crisis de las subprime norteamericanas".
