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Lleva nueve años con un sueño que le desvela cada noche y en el que ha puesto todas sus esperanzas.
Ana Robles se ha marcado el reto de inmortalizar al niño seise y todo lo que rodea a esta figura desde su instauración hace siglos en la fiesta del Corpus Christi. La viuda del músico sevillano Miguel Vázquez Garfia a la sazón también maestro de estos niños cantores trabaja incansablemente por hacer realidad el monumento a estos chavales que danzan tres veces al año ante el Santísimo Sacramento en la Catedral de Sevilla.
Ana ha enviado cientos de cartas a hermandades y otras entidades de la capital pidiendo la adhesión a un causa que considera noble y más que justa por lo que supone este personaje para la Iglesia de Sevilla y sus tradiciones
: Es todo un símbolo de la ciudad. Muchos niños han vestido la ropa y han realizado sus entrañables danzas. Si las folclóricas, los toreros y demás artistas de la ciudad tienen su monumento, por qué no los seises, argumenta esta sevillana que hasta ha llegado a cartearse con el mismo arzobispo para solicitarle su apoyo. La respuesta fue positiva. Me dio su bendición para que siguiera con este proyecto, siempre y cuando viniera respaldado por el pueblo, apunta mientras se muestra entusias_mada con que el nuevo curso trai_ga consigo un nuevo avance para este anhelo.
A la espera de ese momento, lo cierto es que en términos generales
el apoyo está siendo unánime y en la lista de las adhesiones encontramos a personalidades de la ciudad, como el director del curso de Temas Sevillanos del Ateneo de Sevilla, Antonio Bustos; el máximo responsable del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero; el director del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez; y hasta el pregonero de la Semana Santa de este año, el joven Francisco Javier Segura Márquez, quien ha rubricado una misiva con cierto aroma pregoneril para sumarse a esta loable causa. No faltan un sinfín de hermandades e instituciones sevillanas, como la Real Maestranza de Caballería, entre otras.
Así, una vez obtenido el máximo respaldo de la ciudadanía,
el siguiente paso será constituir una comisión después del verano desde la que avanzar para la colocación de este monumento en las calles de Sevilla. A falta de concretar más su ubicación una vez que se salven los pasos administrativos de Urbanismo y el visto bueno de Patrimonio, lo cierto es que la intención inicial es que la estatua se emplace en los alrededores de la Catedral, pues es el sitio que siempre ha visto pasar a los seises.
El boceto del futuro monumento lo ha realizado el artista sevillano Jesús Méndez Lastrucci.
La obra refleja la escultura de un niño seise con todo el atuendo típico pantalones cortos, sombrero, penacho y castañuelas en las manos en una estructura de hierro de dos metros de altura. El proceso de elaboración conlleva, según ha avanzado su autor, el posterior vaciado de la pieza con moldes de silicona y madre forma de resina de poliéster, positivo de cera y repaso de la misma. Llegados a este punto del proceso de elaboración, tendrá lugar la fundición en bronce de la escultura y patinado de la misma.
En la mente de Méndez Lastrucci está rematar el proyecto con el relieve en bronce de unas medidas aproximadas de uno por 1,20 metros, de idéntico procedimiento que la escultura de bulto redondo del seise.
La idea es que en dicho relieve se rinda un homenaje a Miguel Vázquez Garfia, por el que reinan los seises según cronistas de la época tras hacerse cargo en el año 1979 por orden del cardenal Bueno Monreal en una época en la que estuvieron a punto de desaparecer. Así, en la escena se representará a Miguel Vázquez Garfia sentado delante del armonio o de un órgano en el interior de la Catedral en el día de la Inmaculada, estando recogido el baile del grupo de seises y el coro de la escolanía. Eso sí para verlo inaugurado habrá que esperar un tiempo.
Ana ha enviado cientos de cartas a hermandades y otras entidades de la capital pidiendo la adhesión a un causa que considera noble y más que justa por lo que supone este personaje para la Iglesia de Sevilla y sus tradiciones: Es todo un símbolo de la ciudad. Muchos niños han vestido la ropa y han realizado sus entrañables danzas. Si las folclóricas, los toreros y demás artistas de la ciudad tienen su monumento, por qué no los seises, argumenta esta sevillana que hasta ha llegado a cartearse con el mismo arzobispo para solicitarle su apoyo. La respuesta fue positiva. Me dio su bendición para que siguiera con este proyecto, siempre y cuando viniera respaldado por el pueblo, apunta mientras se muestra entusias_mada con que el nuevo curso trai_ga consigo un nuevo avance para este anhelo.
A la espera de ese momento, lo cierto es que en términos generales el apoyo está siendo unánime y en la lista de las adhesiones encontramos a personalidades de la ciudad, como el director del curso de Temas Sevillanos del Ateneo de Sevilla, Antonio Bustos; el máximo responsable del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero; el director del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez; y hasta el pregonero de la Semana Santa de este año, el joven Francisco Javier Segura Márquez, quien ha rubricado una misiva con cierto aroma pregoneril para sumarse a esta loable causa. No faltan un sinfín de hermandades e instituciones sevillanas, como la Real Maestranza de Caballería, entre otras.
Así, una vez obtenido el máximo respaldo de la ciudadanía, el siguiente paso será constituir una comisión después del verano desde la que avanzar para la colocación de este monumento en las calles de Sevilla. A falta de concretar más su ubicación una vez que se salven los pasos administrativos de Urbanismo y el visto bueno de Patrimonio, lo cierto es que la intención inicial es que la estatua se emplace en los alrededores de la Catedral, pues es el sitio que siempre ha visto pasar a los seises.
El boceto del futuro monumento lo ha realizado el artista sevillano Jesús Méndez Lastrucci. La obra refleja la escultura de un niño seise con todo el atuendo típico pantalones cortos, sombrero, penacho y castañuelas en las manos en una estructura de hierro de dos metros de altura. El proceso de elaboración conlleva, según ha avanzado su autor, el posterior vaciado de la pieza con moldes de silicona y madre forma de resina de poliéster, positivo de cera y repaso de la misma. Llegados a este punto del proceso de elaboración, tendrá lugar la fundición en bronce de la escultura y patinado de la misma.
En la mente de Méndez Lastrucci está rematar el proyecto con el relieve en bronce de unas medidas aproximadas de uno por 1,20 metros, de idéntico procedimiento que la escultura de bulto redondo del seise. La idea es que en dicho relieve se rinda un homenaje a Miguel Vázquez Garfia, por el que reinan los seises según cronistas de la época tras hacerse cargo en el año 1979 por orden del cardenal Bueno Monreal en una época en la que estuvieron a punto de desaparecer. Así, en la escena se representará a Miguel Vázquez Garfia sentado delante del armonio o de un órgano en el interior de la Catedral en el día de la Inmaculada, estando recogido el baile del grupo de seises y el coro de la escolanía. Eso sí para verlo inaugurado habrá que esperar un tiempo.
