La primera parte del puente, tras el fin de semana de la final de la Copa Davis, dominó el turismo de fuera y la ocupación hotelera alcanzó el 70%, menos que en 2004 pero más de lo que el sector preveía. La segunda parte de la semana ha sido más de público local, que aprovechaba el domingo, con las tiendas abiertas, para salir con los niños a ver belenes -había colas tanto en el de la Catedral como en el de Cajasol-, dar una vuelta por las jugueterías para que los pequeños vayan encargando lo que quieren a los Reyes y de paso comer de tapas o raciones en el Centro.
Salvo la lluvia del sábado por la noche, la climatología ha acompañado, a diferencia del año pasado. Y ahí está la principal clave de que los bares y restaurantes hayan hecho un 15% más de caja, según el presidente de la Asociación de Hosteleros, Pedro Sánchez. "Estamos muy satisfechos, la primera mitad ha estado estupendamente por la Copa Davis, muchos asistentes alargaron su estancia en Sevilla, y en la segunda parte ha habido mucho público local", explicó.
Se mantiene la tendencia de apostar por "comidas más informales" de tapas y raciones. En el Mesón Olalla, junto a las setas -muy concurridas tras la apertura del Gastrosol Tapas-, reconocen que el puente ha estado "animado", sobre todo con gente de "Madrid y Barcelona". Noelia Castro, encargada de la cafetería la Ibense, en la Avenida, afirma que tras un noviembre flojo, ha habido "bastante movimiento". "He visto colas en la Catedral que no se veían desde septiembre", alega, y su negocio "va bien" con clientela tanto local como visitante.
Desde la Asociación de Comerciantes del Centro, Enrique Arias cifra en un 25% el aumento global en las ventas respecto al puente de 2010, sobre todo en el sector textil y de regalos. En la primera parte de la semana, el efecto de Davis subió las ventas hasta un 35%. Luego se ha rebajado aunque el mejor día fue el miércoles entre los dos festivos en los que las tiendas cerraron. "Hemos notado sobre todo una importante afluencia de gente de la provincia, además de los barrios que vuelven al Centro", subraya. No obstante, entre los comerciantes había diversidad de opiniones. En la juguetería Osorno, Toñi Aguilar destacaba que "muchos vienen con los niños a mirar pero todavía está la cosa tranquilita, cualquier mañana hay más gente". También en la Feria de los Belenes aseguran que aunque el puente ha animado las ventas no se alcanza el nivel de otros años. Y en El Corte Inglés, clientes y dependientes reconocían que había "mucha gente pero pocas bolsas".
La Asociación de Hoteleros aún no tiene datos definitivos de la semana pero el gerente, Santiago Padilla, admite que aunque la Davis ha ayudado, "ha sido un puente muy largo y la gente se ha repartido, ha costado trabajo la demanda. La situación es la que es y este puente es de turismo nacional".