El Betis que aparecerá en el estadio Reyno de Navarra no tendrá nada que ver con el Betis de las últimas jornadas, o eso se asegura en el club desde el lunes. Está por ver cuál será la variante táctica que empleará Pepe Mel en su finalísima particular, pero todos los indicios apuntan a un reforzamiento del sistema defensivo y en el entrenamiento del jueves, de hecho, el míster ensayó con una línea de cinco zagueros, algo inédito en la historia reciente del club de Heliópolis. La alineación con que probó estaba compuesta por Casto; Isidoro, Ustaritz, Mario, Dorado, Nacho; Cañas, Matilla, Salva Sevilla; Jonathan Pereira y Santa Cruz. Es decir, con Isidoro en lugar de Chica, Mario para acompañar a la pareja Ustaritz-Dorado y Cañas confirmado como sustituto de Iriney.
"Estamos trabajando diferentes cosas", explicó ayer el entrenador del Betis. "Un partido dura 95 minutos y pueden pasar mil cosas. Con un día de por medio, no puedo decir por cuál me voy a decidir, pero tengo claras las cosas que voy a cambiar", añadió. Mel también aclaró que la táctica más defensiva que se le ha visto hasta ahora, la del día del Espanyol, no es una opción. "Esa no nos vale porque no salimos cómodos ni a gusto. Desterrada esa forma, nos quedan otras", indicó.
No dio más pistas el técnico heliopolitano, aunque sí se avino a comentar un dato muy llamativo: esta vez jugará en función del adversario. "Es una de las cosas que vamos a cambiar. Por primera vez desde que estoy aquí, el rival nos va a condicionar. Queremos que las virtudes de Osasuna se vean mermadas", señaló. Y aunque no lo detalló, dejó más o menos claro que Rubén Castro no jugará: "Nadie quiere a Rubén más que yo, es importantísimo para cualquier club si está al 100%. En la situación actual hay que buscar lo mejor. No quita nada el valor que tiene Rubén en el club, pero cada partido es una historia", dijo.
