La Gran Sevilla cerrará el grifo hasta 2011 como lo hacía durante la última sequía. Al menos así lo atisba el Plan de Emergencia por Sequía de Emasesa, que prevé que la demanda base de agua no excederá los 128 hectómetros cúbicos. Una cifra a la que no se llegará hasta 2011 y que, por cierto, coincide con el último periodo de sequía, que data de 1995.
En esos cálculos entra no sólo el consumo doméstico, sino también el agua que se usa para transporte, potabilización e intervenciones en red. Si el año pasado la demanda base fue de 120 hectómetros cúbicos, el plan establece que en los próximos cuatro años -incluido 2008- crecerá a razón de dos hectómetros cúbicos anuales. Según fuentes de Emasesa, este aumento de la demanda se debe casi en su totalidad "al crecimiento vegetativo de la población con la corrección de la evolución de la demanda real".
El leve aumento de la demanda, no obstante, estará dentro de los límites razonables, muy lejanos al año con mayor demanda de la historia: fue en 1991, cuando el gasto fue de 175 hectómetros cúbicos. Más bien serán similares a las cifras de 1995, el último año con restricciones por la etapa de sequía sufrido dos años antes. En este contexto, el plan recoge que, al revés que en 1995, el consumo previsto se efectuará, en todo caso, sin recurrir a restricciones ni controles de agua, algo que supone un alivio para el millón de usuarios de Emasesa.
Los dirigentes de Emasesa mantienen que la capacidad actual de los embalses está lejos de repetir aquellos episodios de sequía. Es más, estas mismas fuentes aseguran que "están en situación normal y a la espera del periodo de aportaciones por lluvias". Para hacer estos cálculos, el Plan de Emergencias por Sequía fija incluso cantidades, según la etapa del año, para determinar si el periodo es de normalidad o alerta.
Si se recogen los últimos datos de los cinco embalses que abastecen Sevilla, se contabiliza una reserva de 315,25 hectómetros cúbicos. Esto, trasladado al manual, garantiza el consumo de agua para más de tres años.
Por otro lado, el Plan de Emergencias por Sequía establece que el volumen máximo de almacenamiento de los embalses de los que se nutre Emasesa -Aracena, Zufre, Minilla, Cala y Gergal- es de 423 hectómetros cúbicos, una cantidad "que permite en todo momento cubrir la demanda del Aljarafe y el área metropolitana de Sevilla independientemente del origen del recurso". Es más, avanza que, una vez entre en explotación la presa de Melonares, supondrá 180 hectómetros cúbicos adicionales.