Aunque los usuarios de las estaciones de la Olavide y Condequinto exigen por activa y por pasiva que se incremente la frecuencia de los trenes del Metro (sólo llega uno de cada dos), la Junta alega que hoy la demanda no justifica el cambio. Cuando se abran las tres estaciones que faltan no se descarta nada, pero la previsión no es halagüeña.
Con las estaciones de Montequinto, Europa y Olivar de Quintos a pleno rendimiento a partir de noviembre, la población atendida de Dos Hermanas se incrementará notablemente, pero las estimaciones de nuevos usuarios no son muy altas. El director gerente de Ferrocarriles Andaluces de la Junta, José Luis Nores, aseguró ayer en los aperitivos de La Raza que estas nuevas paradas aportarán entre 2.000 y 3.000 viajeros diarios, dependiendo de los que le quiten a la de Condequinto. Estas tres nuevas paradas juntas, pues, alcanzarán las cifras de Puerta Jerez. Poco más.
Por eso puede que los nuevos usuarios de la línea 1 no sean suficientes para que la Junta decida o comprar un nuevo tren (que costaría tres millones de euros, más el mantenimiento y los repuestos) o incrementar la frecuencia de los trenes desde Cocheras a Olivar de Quintos, lo que retardaría el servicio en el resto de la línea. Por ahora, en hora punta, de Ciudad Expo a Cocheras pasa un tren cada 4 minutos y 32 segundos, según Nores, mientras que en la Olavide y Condequinto tarda el doble para desesperación de los vecinos y usuarios, que se sienten discriminados.
“Comprar otro tren, ¿sería tirar el dinero? Si crece la demanda puede que aumente la frecuencia de los trenes, pero hoy no está justificado y no se trata de fastidiar a nadie”, apuntó Nores.
A su juicio, las estaciones de Montequinto y Europa sí pueden atraer a más población, pero la de Olivar de Quintos está en una zona de poca densidad. Y la parada de la Pablo de Olavide registra una gran demanda sólo en días puntuales. Es el caso del pasado lunes –inauguración del curso– cuando más de 2.000 pasajeros la usaron. Sin embargo, los fines de semana, los festivos y durante el verano es la última parada en demanda.
Respecto a la ubicación de la estación, Nores fue tajante: “En mi opinión, es un craso error que no esté dentro del campus”. Cambiar el proyecto en la zona de la Olavide (por petición del ex rector Agustín Madrid) y del tramo de Montequinto costó 64,6 millones extras. Fue la modificación más cara de la línea 1, cuyo presupuesto se disparó un 43%.
Esta misma semana empezarán las pruebas con los trenes en Montequinto, Europa y Olivar de Quintos, pero aún no se sabe qué día de noviembre se abrirán al público. Además, para noviembre podría ponerse en marcha el sistema ATO (operación automática de trenes), que regulará la marcha de los trenes, ahorrando energía y reduciendo la frecuencia en unos segundos. Eso sí, los trenes siempre irán con conductor, aunque éstos tengan menos trabajo.
Nores afirmó que hacer un Metro subterráneo es ocho veces más caro que en superficie. No obstante, apuntó que en el caso de la línea 3 por la Ronda, la decisión “política” se tomará cuando los técnicos acaben el trabajo. Eso sí, añadió que la Junta no hará ningún suburbano en contra de los deseos de los ayuntamientos, y el de Sevilla lo pide subterráneo. Las obras empezarán, dijo, en 2011, cuando el proyecto esté totalmente “cerrado”.
La apertura de la estación de Puerta Jerez ha aportado 2.500 viajeros a la línea 1, si bien restó mil a Prado y Plaza de Cuba. En los últimos días, la media diaria subió a más de 36.000 usuarios. “Estaremos cerca de la media anual prevista en unos meses”, dijo Nores.
El gerente de Ferrocarriles Andaluces defendió ayer que la ejecución de la obra de una línea no puede estar sólo en manos de una empresa, apostando por el modelo de los metros de Málaga y Granada, en vez del de la línea 1 sevillana. “No es aconsejable un solo contratista a la hora de negociar con la Junta, y que éste sea el mismo que explotará el servicio”, recalcó.
Nores indicó que el tráfico en el Aljarafe ha bajado un 3%, pero no lo achacó sólo al Metro, sino que apuntó a los efectos de la crisis económica.
