-¿Qué momento atraviesan las relaciones entre España y América Latina?
-Son muy buenas, España tiene un diálogo permanente con todos los países de la región y además tiene un interés económico que ha ido creciendo de forma espectacular, especialmente por el lado de la inversión. Hay vínculos culturales muy intensos, lo vemos todos los días en la prensa española.
-¿Cuál es el papel del Rey en estas relaciones?
-El Rey es una figura muy querida en América Latina sin excepciones, por su compromiso, por su apoyo y por su enorme afecto por la región. Él se siente muy cómodo en América Latina y nosotros nos sentimos muy cómodos con él.
-Estamos asistiendo a la permanencia en el poder de varios líderes latinoamericanos gracias a referendos constitucionales. ¿Pone eso en peligro la democracia en la región?
-Es un tema que cada país debe analizar. Ciertamente, la alternancia es un puntal fundamental de las democracias y yo creo que es importante que eso se mantenga bien presente cuando se hagan estos movimientos.
-¿Es real y efectiva la democracia en países como Venezuela o Cuba?
-Estamos compartiendo con la diversidad y la democracia es un objetivo permanente, no es un acto heroico que se logra simplemente con votar de vez en cuando, es un elemento mucho más complejo y mucho más perfectible. Nuestras democracias han avanzado mucho y seguirán en proceso de perfección.
-¿Es Lula da Silva -que ha pasado de ser un simple sindicalista a ser considerado el hombre más influyente del mundo- un ejemplo a seguir?
-Es un gran líder de América Latina y está recibiendo un reconocimiento internacional que es muy merecido.
-Los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, ¿consagrarán a Brasil como motor de la región?
-Mire, el motor económico no depende de las Olimpiadas, Brasil es ya una gran economía y va a crecer de todas maneras. Su destino depende de sus propias fuerzas.
-Usted señala la reforma del Estado como el reto de América Latina. ¿En qué dirección ha de ser reformado?
-El Estado es un motor muy importante, como el mercado. Uno y otro deben estar a la altura de la demanda que genera el desarrollo económico y social. Y, en ese sentido, nuestros mercados y estados distan de ser los necesarios para el mundo que se viene.
-¿Ha dolido el recorte en cooperación de Zapatero ?
-La cooperación al desarrollo es importante, pero mucho más lo son las relaciones económicas. España está haciendo ajustes inevitables, pero nuestras relaciones van mucho más allá.
