Las obras para la construcción de los pisos de Urvasco en la antigua fábrica de Cruzcampo, así como la construcción del hotel y de las zonas comerciales no tienen fecha, pero lo que sí está claro es que la demolición de la factoría cervecera debería empezar pronto. La unión temporal de empresas Vasco Asturiana de Demoliciones, Erri-Berri y Recifemetal son las encargadas de la destrucción de la antigua fábrica de Cruzcampo.
Por ahora, según explicó Francisco Carbajo, uno de los responsables de la dirección de la obra, la tarea se está centrando en el desmontaje de los equipos que se apilaban dentro de las naves. "Hasta el momento no ha comenzado el derribo de estructuras ni edificios. Sólo se está limpiando la zona", detalló.
Y es que las empresas de derribos están preparadas, pero esperan que la Gerencia de Urbanismo les conceda la licencia ara acabar con las instalaciones de Gambrinus en Nervión. "Esperamos que el trámite esté listo en octubre", comentó Carbajo, quien indicó que los trabajos de derribo pueden durar entre cinco y seis meses. Sin embargo, Urbanismo no lo tiene tan claro. Según fuentes municipales, la licencia podría tardar, si bien no detallaron los motivos y los problemas que pudieran existir.
En la demolición (164.452 metros cuadrados) podrían trabajar entre 20 y 25 personas, "pocas porque todo el trabajo se realiza con maquinaria", explicó Carbajo.
