Los vecinos de Castilblanco de los Arroyos podrán dejar de temer si el agua que sale de sus grifos es potable o no. La tregua se ha conseguido con la finalización de las obras de urgencia que se han acometido en el pantano de Los Molinos, que abastece al municipio y cuyo estado -tiene 20 años de antigüedad- llevó al Consistorio a prohibir beber y cocinar con ese agua durante nueve días. La actuación es sólo una solución transitoria, a la espera de que la Junta inicie las obras de construcción de una estación de tratamiento de aguas residuales (ETAP) que permita dejar atrás los problemas vividos históricamente por esta población de la Sierra Norte.
Esta semana concluyeron las obras previstas en la depuradora de agua potable ubicada en el pantano de Los Molinos, tras el problema de abastecimiento que sufrió el municipio en febrero por la alta concentración de aluminio en el agua bruta y a el precario estado de las instalaciones. Ante esta situación y tras una solicitud formalizada por parte del Ayuntamiento a la Junta de Andalucía, se creó un fondo de urgencia de más de 60.000 euros que permitieron mejorar la depuradora.
Sobre todo se ha actuado en los procesos de decantación, filtración y salas de reactivo y bombeo. Las obras han consistido en la instalación de un medidor del caudal de entrada a la depuradora y en la reparación de los filtros de arena que intervienen en el proceso de depuración, según precisó el propio Ayuntamiento. Igualmente, se ha sustituido la turbina del decantador, se han montado equipos nuevos en la sala de reactivos y se ha automatizado el sistema de purgas de fangos. También se han realizado algunas labores de albañilería en los suelos y las arquetas de rotura, para finalizar con lo que ha sido el blanqueo de las instalaciones tanto en su exterior como interior, reforzándose el sistema eléctrico de la planta. Por último, se han mejorado los accesos de entrada y salida a la depuradora.
Con estas obras de emergencia, se ha conseguido aumentar el rendimiento de la depuradora y, por consiguiente, se ha mejorado la calidad del agua. Sin embargo, el Ayuntamiento precisó que estas últimas actuaciones en las instalaciones, que tienen más de 20 años de antigüedad, se antojan "insuficientes" para Castilblanco que, dado su crecimiento demográfico, precisa de una depuradora que atienda a las necesidades de consumo de los vecinos y de las urbanizaciones pertenecientes al término municipal.
Las gestiones llevadas a cabo por el Área de Medio Ambiente no han cesado con la Junta, que se comprometió hace unos meses a dotar a Castilblanco de los Arroyos de una nueva estación de agua potable, a la espera de que llegue la licitación de las obras.
Los problemas de salubridad del agua son históricos en el municipio, aunque el último caso se registró hace apenas tres meses. Fue al pasado 18 de febrero cuando el Ayuntamiento informó de que el agua procedente de la red de abastecimiento no se podía ni beber ni utilizar para preparar la comida, aunque sí era apta para el aseo personal y uso higiénico. La situación, que duró nueve días, llevó incluso a que Aljarafesa y Emasesa ayudaran en el reparto de más de 5.000 botellas de agua para abastecer a la población.