Muy bien, muy bien, no le tiene que haber sentado a Antonio Rodrigo Torrijos todo lo que el ex concejal de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Sevilla ha dicho de él. Acusar a alguien de mobbing y de ser el peor cáncer que tiene la izquierda sevillana son palabras de grueso calibre. Y muy seguro tiene que estar Sánchez de lo que ha hecho sabiendo que los antiguos piropos se están convirtiendo en lanzas hacia su persona. Alguien dijo que el electorado suele castigar a las formaciones políticas que tienen broncas internas. Tiempo queda para las municipales, pero hay quienes no olvidan. Y Torrijos imaginará que si pierde poder en Sevilla, trabajo le va a costar volver a recuperarlo, por lo que las críticas se personalizarían, desde su gente, hacia quien parece ser será candidato a la Alcaldía por IU. Nadie pega un portazo de esa manera. E imaginar que todo ha sido fruto de un calentón, cuesta. Ahora ya depende de cada uno creer quien posee la razón.
Periodista shachuel@unionradio.es
