La tijera pasa por el Festival Internacional de Danza de Itálica, que este verano se celebrará con lo justo para sobrevivir. Aguantará después de que quien ha sido su valedor, mecenas y fundador, la Diputación de Sevilla, anunciara que, pese a las dificultades, mantendrá su participación -es decir, con dinero- en el certamen, aunque sin ocultar que, al igual que otras actividades en las que participa, sufrirá un drástico recorte.
Y es que este año, el desembolso de la Diputación será un 44% inferior que en la última edición, celebrada en 2011. Así lo reflejan los presupuestos de la casa, que contemplan pasar de 620.000 a 350.000 euros, cantidad con la que la organización tendrá que hacer encaje de bolillos para diseñar la programación del año, más si cabe cuando no tiene garantizada la participación del Ministerio de Cultura, que en ediciones anteriores ha aportado una subvención de 129.000 euros.
El recorte está dentro de la planificación de la propia Diputación de "adelgazar" en todo lo que considere que queda fuera de su función principal que es la de invertir en los pueblos de la provincia. También siguió el mismo procedimiento con el dinero invertido en el Teatro de la Maestranza o las gestiones realizadas para vender sus activos en Isla Mágica, el Estadio Olímpico y, principalmente, el Palacio de Exposiciones y Congresos (Fibes), cuya proceso encara su recta final. Sin embargo, el caso del Festival de Itálica, pese al tijeretazo, tiene un toque diferenciador. "Tampoco puedes salirte de algo que lo tienes desde su nacimiento, en el que la Diputación es la institución matriz, cuando ha tenido más colaboradores y como ahora, que tiene menos", ha puesto de manifiesto el presidente de la institución provincial, Fernando Rodríguez Villalobos, que ha insistido en que su continuidad está garantizada, aunque sea "a costa de adelgazar su presupuesto".
En ese sentido, apeló a seguir los pasos que ya se realizaron con el Cross de Itálica, donde, pese a las reticencias iniciales de la propia Diputación -que anunció en principio que no se iba a celebrar- finalmente se convención de que era necesario ponerlo en marcha "aunque fuera de forma austera".
"Vamos a hacer un festival muy digno, como se hizo como el cross, que nadie nos señaló diciendo que fue un desastre", incidó Villalobos, que puntualizó que todo seguirá igual en el festival, pero "sin los adornos que había antes y que había que presupuestar y pagar". Se reduce el calendario pero no el número de espectáculos y se amplía al monasterio de San Isidoro del Campo.
La Diputación de Sevilla ha sido uno de los fieles defensores de la continuidad de este certamen referente en el mundo de la danza. Es más, fue de los artífices de que el festival regresara al Teatro Romano del conjunto arqueológico de Itálica en Santiponce. Estuvo ausente durante 17 años de la que fue cuna de Adriano. Sólo hay que ver que, además de los 620.000 euros invertidos exclusivamente en gastos de organización y programación de este evento, los prespuestos de la corporación provincial para 2011 incluían una cantidad adicional de más de medio millón de euros que iban dirigidos a la adecuación de la infraestructura escénica del teatro romano.
La última edición supuso todo un éxito en número de visitantes. No en vano, el balance efectuado por la Diputación resaltaba que hubo una ocupación media del 95% de un aforo de 758 butacas del anfiteatro poncino. Además, recibió más de 14.000 visitas a la página web, casi 2.500 descargas y más de 1.300 amigos facebook en sus cinco semanas de promoción en las redes. -->-->