La Diputación de Sevilla predicadrá con el ejemplo de ahorro y reducirá a la mínima expresión sus cargos de confianza y asesores. Si un día antes, el presidente de la corporación provincial, Fernando Rodríguez Villalobos, animó a los alcaldes "a priorizar en el gasto" tras confirmar que una decena de consistorios tenían sus cuentas al límite, el organigrama de la Diputación no iba a ser menos. Las medidas de austeridad son claras: prescindir de sus nueve asesores especiales, reducir en un 10% el número de personal eventual y recortar el coste anual de sus salarios un 18,08%. Esta batería de medidas supondrían un ahorro de 2,1 millones de euros de cara al presente mandato, es decir, a razón de 534.000 euros al año.
Pero esa no es la única medida. Villalobos señaló que esta "política de austeridad y ajustes" que la Diputación emprende "desde que asomó la crisis en 2008", también se verá reflejada en las asignaciones a los grupos políticos, que se verán rebajados un 6,67%, lo que supone una reducción en el gasto de 108.000 euros al año. En este punto, el presidente de la corporación agradeció "la buena disposición a la propuesta" de los partidos de la oposición -PP, IU y PA-, que no pusieron objeciones a este recorte. De igual manera, y dentro de esta batería de medidas de ahorro, se reducirá a la mitad las comisiones informativas, que pasarán de 11 a seis, con lo que rebaja el número de pagos por asistencia de los diputados.
La propuesta, que se aprobará en el pleno de organización de la Diputación que se celebrará el próximo martes, no es, según precisó Villalobos, nueva, sino que es "una política de ahorro del gasto público que esta entidad lleva realizando desde hace años". Es más, recordó que tanto los diputados como el personal eventual de la casa tienen congelados sus salarios desde 2008 y continuarán así "hasta que las circunstancias económicas digan lo contrario".
La nueva organización de la Diputación trata de responder así a las expectativas generadas en el pleno de investidura, donde Villalobos señaló que la prioridad sería "no dejar en la cuneta a los ayuntamientos". El organigrama de la Diputación se volcará en luchar contra "la crisis financiera de los ayuntamientos, la crisis del empleo municipal y la amenaza de los servicios públicos que corren peligro de quedarse paralizados". En ese apoyo al "despegue económico" de la provincia, Villalobos señaló que el único camino es "la austeridad" y emplazó a los consistorios a "ajustar lo más posible en personal eventual" en un intento de evitar que no queden desatendidos servicios municipales claves. Además, insistió en que está en contra de los ERE en los consistorios. "No hay que despedir a la gente, sino idear fórmulas que generen riqueza", dijo.
Para ello, el organigrama de la institución provincial será el primero que se adaptará a la Ley de Autonomía Local (Laula), que se aprobará previsiblemente el próximo otoño. Así, el trabajo se dividirá en tres ejes. El primero de ellos será de Asistencia a la Cohesión Territorial y Social, con el que se pretende evitar desigualdades y que contará con cuatro áreas dirigidas por José María Villalobos (Asistencia Técnica Municipal), Lidia Ferreras (Cohesión Social e Igualdad) Trinidad Argota (Cohesión Territorial) y Beatriz Sánchez (Ciudadanía y Participación).
El segundo eje se denomina Gestión Municipal y Provincial y será el garante del correcto funcionamiento de los medios e iniciativas institucionales, materiales y financieras que maneja la Diputación. También habrá cuatro áreas en ese bloque, que se repartirán Manuel González Lora (Hacienda), Amparo Gil (Organización), María del Carmen Arciniega (Empleado Público) y Manuel Domínguez (Concertación).
El último eje será el de Asistencia al Empleo, Desarrollo e Innovación, que tendrá dos áreas: Empleo e Innovación, a cargo de Dolores Bravo, que también ocupará la Vicepresidencia , y Servicios Públicos para la Sostenibilidad, que se encomienda al exalcalde de Mairena del Aljarafe, Antonio Conde.
