Andalucía está ya en recesión. En el primer trimestre del año su economía decreció un 3,1%, una décima más que en el conjunto del Estado, por el revés de la construcción y la industria. Se registró un desplome de la inversión empresarial y sólo las administraciones, con sus planes anticrisis, tiraron del consumo.
Tras una impresionante caída de la construcción (-13,5%) y otra no menos significativa en el sector industrial (-8,5%), la economía andaluza se contrajo un 3,1% en el primer trimestre de 2009 con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos publicados ayer por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA).
Con esta cifra, la región vuelve a decrecer por encima del promedio nacional -ya lo hizo en el conjunto de 2008-, pues el Producto Interior Bruto (PIB) de España se redujo un 3% durante los tres primeros meses del año en curso. Y eso significa, pues, que se dificulta aún más la convergencia (o acercamiento) con la medida del Estado.
En el análisis por sectores, tan sólo se libró la agricultura, puesto que se apuntó un crecimiento interanual (medido sobre idéntico periodo de 2008) de cuatro décimas, mientras que a los citados retrocesos de industria y construcción se agregó el de los servicios, cuya actividad andaluza retrocedió un 0,6%. En el caso del campo, el alza se produce pese a la crisis de precios del aceite de oliva, que junto con las frutas y hortalizas ejerce el mayor poder de arrastre sobre el conjunto de la economía agraria.
Fueron las administraciones las que, en solitario, tiraron del gasto en Andalucía entre enero y marzo, pero en el cómputo global del consumo interior se redujo el 1,4%. En concreto, el gasto de las administraciones -y aquí hay que tener en cuenta los planes anticrisis puestos en marcha por los gobiernos nacional, autonómico y local y las diputaciones provinciales- subió un 5,8%, mientras que el de los hogares contabilizó un -4,2% y marcó el peor registro desde que se iniciara la crisis. La clave, los estragos causado por el incremento del desempleo en los presupuestos familiares, así como el miedo psicológico a consumir.
Pero lo que más sorprende de las estadísticas de la Contabilidad Regional Trimestral es el apartado de la formación bruta del capital, cuyo principal componente es la inversión productiva empresarial, que se desplomó un -13,6%. Tal derrumbe revela el pesimismo de las compañías en la evolución de la economía, restringiendo los nuevos proyectos (ampliaciones, aumento de capacidad, contratación de empleados, compra de maquinaria, etcétera).
Frente a una demanda andaluza que cae y contribuye negativamente al PIB en 5,5 puntos, buena evolución para el sector exterior, que aportó 2,4 al crecimiento regional (en este caso, amortiguó una mayor caída).
Se trata del segundo trimestre consecutivo que el PIB andaluz se muestra en negativo en su tasa interanual, según las series del IEA. Técnicamente está ya en recesión, un estado en el que permanecerán durante todo 2009 tanto España como la comunidad, según coinciden los expertos.
Así, los analistas de Unicaja y Cajasol consideran que Andalucía va a decrecer en 2009 en el entorno del 3%.
Los primeros son algo más optimistas, y hablan de un -3%, y los segundos apuntan al -3,2%, si bien sus estimaciones se realizaron con posterioridad a los de la caja malagueña. Y todos coinciden en más de un millón de parados.