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Economía

La economía llora su olvido industrial

El Servicio de Estudios de las cajas de ahorros españolas, Funcas, divulgó ayer un informe que, a pesar de recoger datos atrasados, pues los últimos que reseña son los de 2006, revela que ni España en general ni Andalucía en particular supieron aprovechar la larga década de crecimiento (y boom) económico anterior a 2007.

el 16 sep 2009 / 03:22 h.

El Servicio de Estudios de las cajas de ahorros españolas, Funcas, divulgó ayer un informe que, a pesar de recoger datos atrasados, pues los últimos que reseña son los de 2006, revela que ni España en general ni Andalucía en particular supieron aprovechar la larga década de crecimiento (y boom) económico anterior a 2007 -cuando se inició la actual crisis- para dar el empujón necesario a la industria, el sector que más estabilidad da al empleo. Las consecuencias las estamos viendo.

El informe, que analiza la competitividad y el proceso de deslocalización (léase, huida de industrias hacia áreas con menores costes) de los sectores manufactureros españoles entre 1999 y 2006, concluye que lo acaecido en este periodo es "verdaderamente preocupante".

En el conjunto del Estado, explican los profesores Diego Rodríguez, Jaime Turrión y Francisco J. Velázquez, todos de la Universidad Menéndez Pelayo, seis de cada diez empleos en la industria manufacturera "se sitúan en sectores con fuertes problemas de competitividad exterior e interior". Pero, y esto es más sangrante, los dos tercios se corresponden con actividades en parte ligadas al ladrillo, que si bien fueron capaces de satisfacer la elevada demanda interna durante el boom inmobiliario, ahora se encuentran con problemas de exceso.

Los autores del análisis inciden en que la deslocalización, entendida como cierre total de actividad y huida, no ha sido relevante, y sí ha habido un traspaso de empresas (entre nacionales y extranjeros). Pero es indudable, matizan, la pérdida de atractivo de la economía española para captar capital foráneo.

Andalucía no sale bien parada en el análisis, por mucho que las estadísticas digan que su peso industrial ha aumentado en el periodo citado, y aquí los profesores se centran en la productividad, y una de las variables escogidas es la de la especialización del trabajador industrial. Tras cotejar las cifras, esta comunidad se coloca en el furgón de cola, sólo estando en peores indicadores las regiones de Canarias, Baleares y Extremadura.

Cuando se desató la crisis y la sangría laboral no cesaba, se pusieron las esperanzas en la industria para que absorbiera el crecimiento del desempleo en las actividades vinculadas al ladrillo. Desde enero pasado, en cambio, la principal preocupación de los expertos no se centra tanto en la construcción o en el sector servicios, sino en la hemorragia que aflora en la industria.

Y aquí cabe una sentencia del informe de Funcas que explica en parte el porqué. "Esta despreocupación [por la industria en los años del boom] es la base del bajo crecimiento de la productividad y del que ahora estamos constatando sus efectos, en especial por la debilidad en la reacción del sistema económico para recuperarse".

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