Los principios de solidaridad y justicia social no son los únicos que interesan a las empresas de economía social. La asociación que las engloba en Andalucía, Cepes-A, reúne desde ayer hasta mañana a expertos en sostenibilidad en Sevilla. El objetivo: llevar la importancia del concepto a la cabeza de todos los ciudadanos.
La Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (Cepes-A) inauguró ayer la Semana Internacional de Economía Social y Sostenibilidad, que se celebrará hasta mañana y que nace con el objetivo de transmitir la necesidad de que los ciudadanos se impliquen de verdad con el medio ambiente y sellar el compromiso de este tipo de empresas con esta lucha.
"La economía social es un elemento clave en la apuesta por la cooperación, la solidaridad y la sostenibilidad", aseguró durante la inauguración el presidente de Cepes-A, Antonio Romero, que añadió que este modelo "puede exportarse a otros países para que implanten este tipo de economía y así ayudarles a mejorar". El encuentro contó con asistentes de países latinoamericanos, en los que Cepes-A trabaja para implantar su modelo.
Uno de los ponentes de las conferencias fue el ex presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, que habló sobre la importancia de abrir un debate en la sociedad española sobre el modelo energético. "Hay que sacar el cambio climático del aspaviento mediático para abrir un debate en profundidad sobre el modelo a desarrollar en nuestro país y en Europa. España ya va con retraso en este sentido", apuntó Marín.
Según el ex presidente del Congreso, el tema hay que abordarlo desde la perspectiva de la "seguridad nacional e internacional", ya que se trata de un problema "prioritario" para España. "Durante 2007, todas las grandes tragedias que vivió la humanidad, a excepción del conflicto de Darfur en Sudán, se debieron a cuestiones climatológicas vinculadas de manera directa al problema del cambio climático", precisó. Con respecto al denominado combustible verde, se preguntó "hasta qué punto es lógico que alimentos de primera necesidad que en estos momentos escasean, como sucede con el cereal, deben destinarse a producir biocombustibles; hay que buscar soluciones alternativas", añadió Marín.
En este sentido, apuntó la necesidad de probar con otros mecanismos, "como la mutación genética", para obtener bioetanol.
