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Economía

La economía sumergida se castigará con mayor dureza

Zapatero admite que sin las reformas hechas España hubiera ido a la «quiebra».

el 30 mar 2011 / 08:53 h.

José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó ayer que el plan para aflorar empleo sumergido que espera aprobar en abril supondrá un "fuerte endurecimiento" de las sanciones a los empresarios por la falta de afiliación y alta de trabajadores.

"Para hacerlo eficaz, el plan supondrá un fuerte endurecimiento de las sanciones a los empresarios", garantizó durante el Pleno del Congreso para informar sobre el último Consejo Europeo.

Zapatero, que admitió que se trata de una "asignatura pendiente" de la política económica española, también extendió estas sanciones a los trabajadores que perciban retribuciones "incompatibles" con prestaciones de la Seguridad Social.

"Una bolsa significativa de empleo sumergido genera perjuicios a la economía y a las empresas que cumplen con la legalidad porque se enfrentan a competencia desleal", explicó, para después comprometer que el Ejecutivo se volcará en un "esfuerzo singular".

Sobre las reformas económicas, el jefe del Gobierno señaló que "es verdad que con ajuste ralentizamos el crecimiento, pero si no hubiéramos hecho ajuste, no podríamos pensar en crecimiento, sino en quiebra", manifestó en su réplica a los portavoces parlamentarios.

Y avanzó que el compromiso ante Bruselas de promover una "regla de gasto" en función del crecimiento del PIB nominal a medio plazo se presentará "en los tres meses siguientes" a la aprobación de la gobernanza económica en la UE, prevista para el próximo junio.

El jefe del Ejecutivo consideró que subir los salarios siguiendo únicamente el criterio del IPC, "a un ritmo que no se acompase a la productividad", no es "razonable" y provoca "más inflación" y más "desempleo", si bien señaló que la cuestión está "mejor" en las manos de los agentes sociales.

Zapatero apuntó que, aunque el criterio de inflación es "razonable", en un contexto de falta de competitividad puede llevar a que a las empresas se vean superadas por los costes. "En vez de pagar a cien, puedes pagar a ochenta".

En este sentido, y aunque defendió el diálogo social, remarcó que hay que hacer una negociación colectiva "flexible y adaptable" para que "acompañe", no sea un "problema" y permita ganar productividad.

Así, indicó que en 2009, cuando la economía caía un 4% y se destruían más de 800.000 empleos, la evolución salarial fue del 3,9% fruto de un modelo que "no parece razonable". "Resultado: un millón de desempleados", apostilló, aunque se apresuró a manifestar que "no fue sólo por eso".

Valoró además la reforma laboral, cuyos datos marcan una tendencia "favorable" de cambio en el mercado de trabajo, aunque insistió en que habrá que esperar a la segunda parte del año.

Rodríguez Zapatero hizo alusión a los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo sobre la evolución del mercado laboral desde la aplicación de la reforma y recalcó que la aspiración central de su Ejecutivo sigue siendo la creación de empleo.

El presidente adelantó que el Producto Interior Bruto (PIB) "crecerá más" en el primer trimestre de este año que en el cuarto de 2010 (0,2% intertrimestral) y, pese a afirmar que "hay ganas de crecer", aún se hará con "lentitud".

Precisamente ayer el Banco de España rebajó las previsiones de crecimiento del Gobierno para este año hasta el 0,8%, cinco décimas menos que el 1,3% estimado por el equipo de Zapatero. Y es que el presidente admitió que "las cosas" no están mejorando de una "manera clara".

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