El Pleno municipal liberará hoy 17 millones de euros para poder acabar la obra de los parasoles de la Encarnación, que con esta segunda desviación presupuestaria costará a las arcas locales más de 50 millones, el doble de lo previsto al principio. Lo que no hay son plazos: el Consistorio no quiere arriesgarse tras haber superado hasta cuatro veces la fecha de inauguración anunciada.
El concejal de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, lo explicó ayer en una comparecencia que inició de forma contundente: "Era un proyecto constructivo imposible. No existía la tecnología necesaria para hacerlo". Trataba así de anticipar la explicación del desfase económico, que no se debe a un cambio de diseño ni de materiales, sino a los innumerables cálculos de ingeniería que han sido necesarios para montar las setas.
"Los más de 5.000 cruces que hay entre las láminas de madera que forman los parasoles se tienen que sujetar por sí mismos, pero con el 100% de seguridad, por eso se han hecho siete veces", ilustró. El concejal insistió en que la estructura de madera que recubre las setas es tan compleja que "su ejecución ha pasado por momentos de gran incertidumbre", ya que aunque se asumió el proyecto ganador del concurso de ideas fallado en 2004, del arquitecto alemán Jürgen Mayer, no había forma de hacerlo realidad.
Al menos, no entonces. Por eso los cálculos han variado, y el presupuesto ha ido incrementándose en proporción: un primer desvío presupuestario obligó a las arcas públicas a desembolsar siete millones de euros más, a los que ahora se unirán otros "17 o 18 millones". No quedó claro por qué se afrontó si era imposible, aunque Celis dejó entrever que ni el jurado ni el Consistorio previeron una complejidad semejante.
Para más inri, con el proyecto ya iniciado surgieron inconvenientes: un cambio de material, ya que el aluminio que iba a cubrir las setas no era soportable con el calor de Sevilla y sobre todo un endurecimiento de la normativa de seguridad, tras caerse en Alemania un pabellón deportivo que se construía con técnicas similares. Ese cambio legal ha obligado a rehacer todos los cálculos para reducir el margen de riesgo a cero.
Partidas de 2007. El dinero saldrá de partidas no gastadas del año 2007. El grueso serán los siete millones consignados para el paso soterrado del Tamarguillo, que al final pagará el plan Proteja de la Junta; otros siete reservados para Tablada, cuya conversión está paralizada tras varios varapalos judiciales; y otras partidas menores. Es con diferencia la mayor modificación presupuestaria del mandato, tras la del Metrocentro, de nueve millones.
Pero ése no será el coste total de la ambiciosa reurbanización de la Encarnación, que incluirá el nuevo mercado y un museo con los restos arqueológicos hallados durante las catas. La constructora Sacyr afronta parte del coste a cambio de explotar el proyecto durante 40 años. Cuando se le adjudicó debía pagar la mitad -25 millones, que se sumaban a los 25 municipales-, con lo que es de suponer que el sobrecoste para la constructora sea similar al que debe afrontar el Consistorio.
Tampoco para el Ayuntamiento acaba ahí el coste de la Encarnación... o más bien, no empieza ahí. Antes del adjudicar el proyecto ahora en marcha, cuyas obras comenzaron en 2006, había frenado el diseñado por el arquitecto José Antonio Carbajal que ya había comenzado a construir Martín Casillas. Rescindirlo costó nueve millones de euros.
Celis dijo ayer que los cálculos de estructura de los parasoles son de la ingeniería Ove Arup, autora de los de la Ópera de Sydney, el estadio olímpico de Beijing conocido como El nido de pájaro o el Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza. Añadió que al aceptar el cambio propuesto se ha aprovechado para pedir a Sacyr leves mejoras, por ejemplo más seguridad en la terraza construida a 28 metros de altura.
El edil negó que los problemas para traer la madera a Sevilla hayan pesado en el sobrecoste, pero admitió que el Consistorio pagará por haber acopiado las láminas en Alemania varios meses.
En todo caso, no descartó que una vez acabado el proyecto puedan pedirse responsabilidades por los desvíos prespuestarios.
El modificado del proyecto se enviará al Consejo Consultivo de Andalucía para que emita un dictamen, a pesar de que Celis insistió en que no es preceptivo, y que podría estar redactado en primavera.
