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La entrada del Alcázar servirá para el Antiquarium de la Encarnación

Monteseirín anuncia un plan para llevar turistas a la Encarnación y entrega las llaves del mercado a los 39 placeros, que tardarán entre 4 y 6 semanas en mudarse tras 37 años de provisionalidad

el 18 oct 2010 / 17:48 h.

El Consistorio eligió ayer el salón "de los grandes acontecimientos", el Colón, para entregar las llaves del mercado "más moderno y más antiguo" de Sevilla, el de la Encarnación, a sus 39 placeros. Así lo dijo el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), durante un acto muy emotivo que aprovechó para anunciar un plan para llevar a los turistas hasta las setas. En concreto, hasta su museo o Antiquarium.

 

La idea es que el turista que compre una entrada para el Alcázar, la Catedral, la Giralda o el Archivo de Indias pueda entrar también en la zona arqueológica de la Encarnación. La entrada será compartida. Esta iniciativa turística será bautizada como Cardo (calle con orientación norte-sur en la planificación urbanística de la época romana) y tiene como objetivo unir la zona sur del Casco Antiguo con la norte, la que, según el alcalde, se revitalizará gracias al Metropol Parasol.

"Iremos inauguración tras inauguración completando todo. Nos faltan algunos meses, poco. Éste es un gran empujón", defendió Sánchez Monteseirín en alusión a la entrega de llaves a los empresarios de la plaza de abastos. Eso sí, esta vez no recordó que la fecha tope marcada para el fin de la obra de la Encarnación es el 31 de diciembre.

Así lo prometió Sacyr, representada en el acto por Mariano Peláez, delegado de Edificación de la empresa en Andalucía. A él dirigió el alcalde algunas palabras: "Nos hemos peleado mucho, pero bien está lo que bien acaba. Estamos condenados a entendernos". Y es que a partir de ahora, Sacyr, los placeros y el Ayuntamiento tendrán que trabajar codo a codo. Así lo destacó también Peláez, que dejó atrás las duras y largas negociaciones.

Finalmente, los comerciantes pagarán 350 euros, la mitad del dinero que les reclamó Sacyr como cuota mensual por los servicios de vigilancia, conservación y mantenimiento de las instalaciones, y el Ayuntamiento contribuirá a suavizar los sobrecostes del proyecto.

Pero ni el dinero ni los últimos desencuentros en el contrato tuvieron ayer sitio en el Salón Colón. Era el momento de los familiares, de gala, contentos por poner fin a 37 años de provisionalidad. Casi cuatro décadas "atendiendo a la clientela en condiciones adversas y deficientes", como admitió el alcalde, que defendió la elección del proyecto Metropol Parasol delante de su arquitecto, Jürgen Mayer.

"Es un proyecto muy complicado, osado, y lo digo delante del arquitecto y de Sacyr. Pero potenciará esa zona norte -del Casco Antiguo- con el Antiquarium, el mercado...". "Después de 40 años, parecía imposible, pero no. Fue complicado, pero no imposible", sentenció el alcalde, quien recordó cómo su padre le llevaba al Centro, a la zona norte del Centro, para ir a comprar.

Pero para discurso emotivo, el de otro Alfredo, Alfredo Álvarez Robledo, presidente de la cooperativa del mercado. Sus agradecimientos fueron para el alcalde, para sus compañeros, para el "público fiel de Sevilla que con frío o calor no dejó de ir al mercado" y para los familiares que se quedaron "en el camino".

En entre cuatro y seis semanas, los placeros habrán terminado la mudanza, dejando atrás "las penurias". Por lo pronto, la nueva etapa empezó ayer con muchos brindis -a costa de Sacyr- en la nueva plaza de abastos.

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