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"La era dorada no volverá"

Álex, el batería de Maná, cuenta cómo su nuevo disco, 'Drama y Luz', salió adelante a pesar de la larga cadena de desdichas que sufrió Fher, su cantante. Así con todo, asegura que no se trata de un álbum depresivo, y aunque corren tiempos duros, confían en la respuesta de los fans.

el 07 abr 2011 / 16:24 h.

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Maná sale de la oscuridad y vuelve con la energía de siempre. 'Drama y Luz' volverá a ser un éxito, como sus discos anteriores.

-El disco ha sido grabado en condiciones duras. ¿Han comprobado en la propia piel el poder curativo de la música?

-Obviamente, el proceso lo vivimos en carne viva, apoyando a un hermano que estaba hundido. Ha sido una experiencia única ver cómo la música iba curando las penas, pero no querríamos repetirla, por más que las pérdidas formen parte de la vida.

-Ya lo dice el título: Drama y luz. ¿El repertorio responde a esas dos caras?

-Hay algunas canciones con arreglos dramáticos, pero no crean que es un disco depresivo. Hay en él mucha luz, mucha esperanza, mucha esencia.

-Recuerdo que el primer tema que escuché de ustedes fue La Chula, y pensé que eran un grupo latino bailable. ¿Cómo se han endurecido tanto?

-Lo latino siempre ha estado presente. Verás, Maná siempre ha sido y es honesto, somos nuestros propios productores, nadie nos dice qué hacer, cómo tenemos que tocar o sentir. Somos una banda de rock pop, pero conectamos muy bien con el reggae, la salsa o el rock pesado. Y nunca hemos tenido miedo de experimentar. En algunos discos se ve más la onda latina, en otros más el rock... Esta vez incluso hemos ensayado una fusión medio flamenca. Siempre estamos a la búsqueda.

-Otra característica suya ha sido implicarse en muchas causas distintas. Son igual de heterogéneos en las letras...

-Fher es el que hace la mayoría de las letras, y en este disco trabajó como en ningún otro. Tuvo que escribir, revisitar, romper muchos papeles... Nosotros sentimos que musicalmente crecíamos y avanzábamos, y él también tenía que sentir lo mismo con las letras. Incluso cuando la compañía quiso que el disco saliera en Navidades, dijimos que no nos doblaríamos ante el sistema, el disco saldría sólo cuando estuviera listo. A final de cuentas, hacemos arte, no somos una fábrica de chorizos.

-Tal y cómo está el mercado, ¿cada disco es como empezar de cero o los que tienen un cierto recorrido gozan de facilidades?

-Honestamente, nosotros cada vez que nos sentamos a trabajar empezamos desde cero. No queremos repetir el pasado, no nos preocupa la crítica. Lo que sacamos es lo que sentimos, somos y queremos compartir, lo que sale de nuestro corazón y del alma. Ésa ha sido en todo momento la actitud de la banda.

-Ustedes han conocido cifras de ventas mareantes, docenas de discos de oro. ¿Esa época ha pasado para siempre?

-La verdad, no creo que esa época se vuelva a repetir. Hemos vivido una era que fue muy especial, pero uno tiene que ir adaptándose a los tiempos. Nadie tiene la bolita mágica para saber cómo vender, pero las reglas se pueden romper, siempre hay excepciones: si este disco se vendiera bien, sería una señal de esperanza.

-De México nos llegan noticias horribles de violencia social, narcos... ¿Qué puede hacer la música para cambiar las cosas?

-La música puede al menos llevar muchos mensajes positivos, y lo que más desea Maná es llevar paz y tranquilidad. No todo en México es negro, pero lo importante es que podemos tocar muchos temas, pero sin ser ingenuos. Los Beatles, que hicieron tantas cosas positivas, no pudieron cambiar el mundo. Probablemente no podemos arreglar los problemas, pero sí inspirar muchísimo y levantar muchos ánimos.

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