Eran dos de los requisitos fundamentales para que la ermita de la Virgen del Rocío obtenga el título de santuario internacional, una declaración que ya ha sido solicitada por la hermandad Matriz a la Santa Sede y que sólo ostentan cuatro lugares en el mundo. La ermita almonteña estrenará esta romería dos nuevas capillas, la del sagrario y la penitencial, en cuya ejecución han jugado un decisivo papel dos artistas sevillanos, el imaginero Navarro Arteaga y el orfebre Juan Borrero .
La capilla penitencial, que se abre en el lado derecho del templo, ocupa el espacio de la primitiva sala de las velas, desplazada desde el año pasado a un edificio exento de la ermita. Esta capilla estará presidida por un tríptico realizado por el imaginero Navarro Arteaga con escenas del Bautismo de Jesús, el Buen Pastor y el Hijo Pródigo, y su función, según explica el presidente de la Matriz, José Joaquín Gil Cabrera, será la de aportar el recogimiento y la intimidad necesarios para realizar las confesiones. En su interior se dispondrán un total de seis confesionarios en color caoba diseñados por el arquitecto de las obras, Ángel Rodríguez, y cuyos remates se inspiran en la traza del santuario rociero. Además, estos confesionarios de último diseño contarán con indicadores en rojo y en verde para informar a los interesados de la disponibilidad del sacerdote confesor.
Para la otra capilla, la del sagrario, Navarro Arteaga ha logrado recuperar algunas piezas y elementos del retablo antiguo de la Virgen, atribuido a Cayetano de Acosta, caso de dos angelotes, las cuatro columnas, la embocadura del viejo camarín, así como las imágenes de dos santos, San Antonio y San Juan Nepomuceno, y el Pentecotés que coronará el conjunto. La capilla estará presidida por un monumental Sagrario de plata, realizado por Juan Borrero con más de 60 kilos de este metal, y se embellecerá con sendos murales pictóricos obra de José Antonio García Ruiz. Ambas capillas serán bendecidas este domingo por el obispo de Huelva.
