Fumata blanca. Cuanto todo apuntaba a que el caso se resolvería por la vía judicial, la hermandad de la Esperanza de Triana ha alcanzado esta semana un acuerdo con el tallista Manuel Guzmán por el que se desbloquea la definitiva conclusión del retablo del Cristo de las Tres Caídas. Merced al citado acuerdo, rubricado este jueves por la hermandad y por el artista, el autor del retablo se compromete a ejecutar las piezas y los detalles que aún le faltan para su conclusión a esta colosal obra en la fecha límite del próximo 15 de septiembre.
A cambio, la junta de gobierno, que había decidido retener el pago al artista de una cantidad superior a los 14.700 euros hasta la definitiva terminación de la obra, ha depositado un cheque conformado por este importe en una tercera persona de buena fe y de la confianza de ambas partes.
El acuerdo, dado a conocer anoche en la web de la corporación trianera, se fraguó tras una larga reunión celebrada el pasado miércoles en el taller de Manuel Guzmán entre el hermano mayor de la hermandad de la Esperanza, Alfonso de Julios Campuzano, y el propio artista.
La hermandad, merced a este acuerdo, asume también otros compromisos, como el hacerse cargo del montaje y de la instalación de la obra y del incremento del IVA correspondiente, que en este tiempo ha pasado del 18 al 21%, un aumento que se sustancia en una cantidad cercana a los 500 euros.
Aunque su conclusión no le será exigible hasta la fecha límite del 15 de septiembre establecida en el acuerdo, Manuel Guzmán, por propia iniciativa, muestra expresamente en el documento su propósito de finalizar la terminación del retablo en el presente mes de junio.
Según se recoge en el nuevo contrato, las piezas y los detalles aún inacabados que el artista debe entregar son: dos cartelas, situadas sobre cada una de las puertas del altar; dos óvalos centrales, ubicados en la entrecalle, a la altura de la imagen del Cristo; dos arcángeles, que coronan el ático del retablo; y el fondo del camarín del Cristo de las Tres Caídas con las iniciales JHS.
Aunque desde la hermandaed se asegura que el importe de la última liquidación de la obra siempre ha estado reservado en una cuenta aparte, una de las exigencias del artista para desbloquear la conclusión del retablo ha sido la de que se garantizara la viabilidad del pago a través de un depósito. Finalmente, ambas partes acordaron que la hermandad depositaría un cheque conformado en una tercera persona de confianza. La persona elegida como depositario del cheque es Manuel Fernández Armenta, hermano de la corporación, antiguo oficial de la junta y letrado. Aun así, el retablo del Cristo de las Tres Caídas estará inconcluso, ya que, al margen de este contrato, aún faltará por ejecutarse el altorrelieve del medallón central que corona el altar por encima del camarín del Señor, escena para la que la hermandad pensó en un principio realizar una copia de la Virgen de los Mareantes del cuarto del Almirante del Real Alcázar.
