El alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), aseguró que en septiembre le adjudicaría un sitio "digno" a la estatua del papa Juan Pablo II , pero aún no tiene ubicación y el proyecto, con cinco años ya de historia, no deja de crear polémica. Ayer las delegaciones municipales de Urbanismo, Cultura y Fiestas Mayores, el Arzobispado, la plataforma promotora y el escultor Juan Manuel Miñarro se reunieron para consensuar la ubicación definitiva y la fecha de su inauguración, pero tampoco hubo fumata blanca.
La información del Ayuntamiento fue muy escueta: se barajan varias opciones para situar el monumento de Juan Pablo II, no hay solución definitiva por ahora y se busca el lugar idóneo para colocar la estatua. Nada nuevo, aunque se esperaba que en esta ocasión sí hubiese acuerdo entre las partes.
Por ahora, sobre la mesa están tres localizaciones: la Plaza de la Contratación, Puerta de Jerez y la calle Adolfo Rodríguez Jurado, colindante a la avenida de la Constitución, si bien no se descartaba que el Consistorio pudiera sorprender proponiendo otro sitio distinto, eso sí, cercano a la Catedral, como reclaman los promotores del proyecto.
José María González-Adorda, presidente de la Asociación Promonumento a Juan Pablo II en Sevilla, aseguró que no se barajan más opciones de las antes mencionadas, que durante la reunión se valoraron los inconvenientes y ventajas de cada una, sin embargo no quiso comentar cuál de ellas tiene más puntos hasta que el alcalde se pronuncie de forma oficial. No fue más allá a la espera de una información del Ayuntamiento que ayer no llegó.
José María González-Adorda apuntó que las partes implicadas en el asunto se seguirán viendo, pero negó que hubiese ya una fecha para una próxima reunión.
El presidente de la asociación ya señaló que, pese a que los promotores siempre han considerado como una ubicación óptima el magnolio junto a la Catedral -nombre con el que se conoce a la esquina entre la avenida de la Constitución y la calle Fray Ceferino González- plantearla sería ahora "ir para atrás", dado que ello podría crear problemas entre dos administraciones, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento hispalense.
Y es que la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta tiene que dar el visto bueno si el monumento se quiere instalar en un radio de 50 metros de un Bien de Interés Cultural (BIC) como es la Catedral de Sevilla. Y, por ahora, Bernardo Bueno, delegado provincial, no cree que la Avenida sea el lugar más adecuado para instalar una nueva estatuta. De hecho, han sido muchas las voces críticas con los criterios que se han utilizado en los últimos años para elegir y ubicar estatuas en la ciudad.
Sin embargo, el alcalde del PP apuntó que "la última palabra la tiene el Ayuntamiento, pero no se quiere imponer nada, sino establecer una política de dialogo para, entre todos, buscar el sitio digno que merece tener una obra de estas características y de la personalidad a la que se quiere dignificar con ella".
La estatua, que estuvo expuesta en instalaciones de Cajasol, reposa ahora en la Catedral gracias al ofrecimiento del Arzobispado de acoger la imagen hasta que se retomaran las conversaciones.
