Local

“La exclusión no es un territorio acotado, se extiende cada día”

“La precariedad y el caos acaban afectando a todas las vidas, y a todas las ciudades, sin excepción”, afirma.

el 28 abr 2013 / 23:10 h.

TAGS:

Rosario Izquierdo Chaparro, una escritora comprometida con su tiempo. Rosario Izquierdo Chaparro, una escritora comprometida con su tiempo. La protagonista de Diario de campo (Caballo de Troya), el debut en la novela de Rosario Izquierdo Chaparro, es una mujer que se reconoce a sí misma, se construye y crece como persona trabajando con mujeres de los barrios marginales de Sevilla. Un perfil que tiene mucho que ver con la propia autora, quien ha realizado diversos estudios sociológicos para instituciones públicas y ONGs, especialmente en el campo de la exclusión social y el empleo femenino. “Sin embargo, he fabulado bastante”, aclara. “Invento situaciones y personajes, pero he intentado que todo lo que cuento sea, en el fondo, verdad”, aclara, y a renglón seguido matiza: “Pero tampoco es una novela sensacionalista. He conocido realidades más duras que las que se narran aquí”. Uno de los impulsos que animaron a Rosario Izquierdo Chaparroa lanzarse a la narrativa de largo aliento, después de publicar algunos relatos premiados y varios de sus estudios profesionales, fue precisamente “la necesidad de romper con el lenguaje sociológico, explorar cómo me afectaba la exclusión, cómo me situaba ante ella, y también deshacerme de ese corsé que es la jerga profesional”, subraya la escritora. En este sentido, la autora afirma haberse sentido “muy libre en ese ejercicio de romper moldes, tanto sociológicos como literarios”, y a partir de su propia experiencia tratar de plasmar “cómo se vive la investigación en estos campos, cómo lo que ves invade tu intimidad y te hace replantearte muchas verdades previas”, explica. “Sobre todo, veo cómo la precariedad y el caos acaban afectando a todas las vidas, y a todas las ciudades, sin excepción”. En efecto, para esta onubense de 1964 afincada en Dos Hermanas hace hincapié en el hecho de que analizar la situación en la que viven estas personas marginadas no es algo que se haga desde ninguna atalaya, sino más bien se parece a asomarse a un espejo. “Tenemos que mirar a esos colectivos desde nuestra propia precariedad”, asevera. “Las mujeres de las que hablo viven en un mundo de puertas cerradas y de horizontes muy estrechos, pero lo cierto es que el fenómeno ya se extiende a lo que antes llamábamos la clase media. Debemos entender que la exclusión no es un territorio acotado, sino que se extiende cada día”. Por último, cuando se le pregunta por la elección de Caballo de Troya, un sello editorial que se caracteriza por apostar por la literatura menos acomodaticia y más comprometida con el tiempo y el mundo que nos ha tocado vivir, Rosario Izquierdo Chaparro reconoce que “me gustan las ideas del editor, Constantino Bértolo, y de hecho fue la primera editorial a la que acudí. No sé si la literatura puede servir para cambiar las cosas, pero sí al menos te ayuda a cuestionarlas. es sin duda un primer paso para la transformación. Bértolo siempre insiste en ello, empezando por la idea de que hay una responsabilidad en quien escribe y también en quien lee”, agrega. Después de mostrar una Sevilla oculta, que poco tiene que ver con los tópicos folklóricos pero que existe de un modo feroz, la escritora onubense ya prepara una segunda novela. “Ya soy mayor, y como imaginarás tenía bastantes manuscritos en el cajón”, reconoce, sin querer adelantar título ni argumento. ¿Será igual de comprometida que Diario de campo? “No necesariamente”, concluye.

  • 1