Las obras del futuro bulevar del Zacatín están paralizadas desde hace un año en su recta final por una sola vivienda cuyos dueños no han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra para desalojarla. Finalmente tendrá que ser expropiada.
El tacón de tierra que todavía queda justo al final de la avenida del Zacatín, tras la venta de los Ponis, es la causa de que este bulevar no esté terminado. Los trabajos comenzaron de forma paralela a la construcción del puente del Dragón, que se inauguró hace más de dos años. Sin embargo, la que está llamada a convertirse en la principal avenida de la ciudad está por concluir y lleva casi un año de retraso a falta del último tramo.
El concejal de Urbanismo, Rafael Chacón, explicó a este periódico que los herederos de esta vivienda no han llegado a un acuerdo para marcharse y proceder al derribo, como sí ocurrió con el resto de casas del entorno. En este sentido, el concejal del PSOE puntualizó que no queda otra salida que proceder a la expropiación de los terrenos. En cualquier caso, explicó que sólo cuando la expropiación sea definitiva procederán al derribo y a la culminación del vial.
Mientras tanto, se ha habilitado una vía paralela de forma que mientras se resuelve el litigio los vehículos puedan usar esta avenida que une la parte norte con el sur de la ciudad.
El Zacatín es un tramo de la ronda de circunvalación con dos carriles para cada sentido y que ha supuesto hasta el momento una inversión total de 8,5 millones de euros. Con una longitud total de 1.361 metros, el antiguo trazado se mejoró y amplió. En su parte más ancha llega hasta los 54 metros. Cuando finalicen las obras dispondrá de aceras con una arboleda y un ancho de 5,60 metros, con parterre incorporado. Una mediana de un metro, calzadas principales de 6,25, y una línea de 3,40 con aparcamientos en batería y en línea completan el diseño del bulevar.
La vía constituye ya uno de los accesos más importantes al casco antiguo y una de las salidas hacia la vecina Dos Hermanas.