Se calcula que existen más de 70.000 plantas medicinales, 15.000 de las cuales se encuentran en peligro de desaparecer. De ahí que un extenso informe de la asociación británica Botanic Gardens Conservation International urge a adoptar medidas para paliar los efectos de la extinción de estas valiosas especies.
Y es que aunque en la actualidad las plantas no son la única fuente de obtención de nuevos fármacos, continúan teniendo una importancia clave en el descubrimiento de nuevas sustancias terapéuticas. En torno al 50% de los productos de prescripción médica que hay actualmente en el mercado está basado o inspirado en una molécula que se encuentra de forma natural en una planta y muchos principios activos se extraen directamente de especies vegetales.
Mucha química. No obstante, los procedimientos están cambiando. Francisco Zaragoza, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), señala que desde 1960 se han venido imponiendo los "fármacos de diseño a través de distintas estrategias, como la química combinatoria o el estudio de series homólogas". No obstante, el farmacéutico asegura que las especies vegetales seguirán jugando un papel importante, tanto de forma directa en la síntesis (copia del principio activo natural) o semisíntesis (extracción de la sustancia para su posterior modificación química).
El informe inglés también va en este sentido: "Las predicciones de que los avances químicos y el desarrollo de materiales sintéticos disminuirán la necesidad de recurrir a sustancias naturales han demostrado ser falsas. La medicina depende de la disponibilidad de recursos biológicos como fuente incomparable de diversidad molecular".
