Si algo ha caracterizado a la concejal Maribel Montaño desde que fue nombrada portavoz del Gobierno municipal en el Ayuntamiento ha sido su celo a la hora de contrarrestar cualquier crítica, acusación o ataque proveniente de las filas del PP. En resumidas cuentas, que ha entrado con arrebato en el juego de réplicas y contrarréplicas propio de la corporación. Quizás haya sido ese celo el que esté detrás de unas declaraciones tan inauditas como las que firmó el domingo, cuando defendió que no se invite al PP a un acto institucional como es la remodelación urbanística de la Plaza del Salvador porque el Partido Popular ha sido crítico con la política de peatonalizaciones. Esta forma de entender la política es torticera y atenta contra las reglas del juego democrático. ¿Alguien se imagina que Zapatero veta a Rajoy porque es crítico con su política? Pues esto es lo mismo. Urge una rectificación.
