En el verano de 2007 llegó a Sevilla procedente de Alemania el internacional croata Marko Babic. Venía de un grande de la Bundesliga, el Bayer Leverkusen, y era titular indiscutible en la selección de su país, Croacia. Por esas circunstancias extrañas que tiene el fútbol, el jugador no sólo pasó desapercibido en el Real Betis, sino que su meteórica carrera en el club heliopolitano se saldó con un rotundo fracaso.
Hace unas semanas, Babic se marchó al Hertha de Berlín, aprovechando el mercado de invierno, y ha comenzado su andadura con titularidad y victorias, hasta el punto de que el equipo inquilino del Estadio Olímpico berlinés se ha aupado hasta el liderato de la Bundesliga después de ganar al Bayern de Munich.
No sé qué dirán al respecto Héctor Cúper o Paco Chaparro, que fueron sus entrenadores en la nave verdiblanca, o cuáles serían a sus juicios las razones de la inadaptación del croata, lo que parece anormal es pasar de descartado a ser titular indiscutible, y más en un equipo que lidera la clasificación de Alemania. ¿Quién me compra este misterio? Seguro que me dirán que son cosas del fútbol. Ya saben: fútbol es fútbol.
