Con los tiempos que corren no es sencillo advertir la existencia de empresas familiares que se mantienen a flote en un mar tan revuelto. Competir localmente con grandes cadenas internacionales que campan a sus anchas tampoco lo es. Pero existen oasis en el desierto. Es el caso de Kubico Soluciones, una empresa familiar de mobiliario de cocina, armarios y vestidores, surgida de la mano de los hermanos Bono de Alcalá de Guadaíra, y que ondea gracias a su especialización en la fabricación de los muebles a medida. Su nicho de mercado.
Producen para mayoristas y minoristas y siempre al gusto, las necesidades y exigencias del consumidor. El cliente diseña y ellos ejecutan. Es la estrategia de diferenciación de una empresa de larga tradición familiar que tiene como constante la funcionalidad y la personalización del producto. La clave para pervivir "con la que está cayendo, es mantener una serie de valores y principios como la autofinanciación, el no cometer excesos o el apostar por la tecnología", expresa Pablo Bono.
Kubico Soluciones dio sus primeros pasos como proyecto empresarial en enero de 2003 de la mano de Pablo y Jesús, tras la experiencia previa que habían compartido a lo largo de las vidas con su padre, que tiene un negocio de venta de muebles de cocina a profesionales. "Empezamos como quien dice cuatro pitos y un tambor, pero hemos ido creciendo mucho hasta pasar de cuatro a casi 30 empleados", explica Pablo, el mayor de los hermanos, dedicado al departamento comercial y administrativo de la empresa.
La especialización de la plantilla es algo muy importante en esta gran "carpintería industrializada" a la que se destina gran parte de los 4.000 metros cuadrados que componen las instalaciones de Kubico en Alcalá de Guadaíra. Los trabajadores de esta firma se han ido formando en la especialización de cada una de las áreas que forman la fábrica y que llevan a cabo las tareas de corte, mecanizado, montaje, barniz y molduras.
El cliente puede adquirir el producto "en cualquier momento de la cadena de valor, antes o después de ensamblar", indica Pablo. Ello demuestra la versatilidad de esta empresa que se inició en la venta al por mayor, pero que vio en la venta directa al particular una posibilidad interesante de crecimiento, ofreciendo, según su gerente, un mobiliario de calidad a precios económicos para huir además de los estándares impuestos por las grandes cadenas.
El momento, efectivamente, no es el más halagüeño para competir, ya que hablamos de "un sector que está en crisis local". No obstante, Pablo Bono apunta que "la venta minorista sí ha notado la llegada de Ikea, pero siempre nos queda el hecho de despuntar en la fabricación a medida porque siempre se requieren diseños, estilos y medidas ajustadas a las necesidades de la construcción de las nuevas viviendas".
Así, Kubico obtuvo en 2009 un total de 1,27 millones de euros de facturación, una cifra algo menor que la apuntada en 2008 (1,28 millones). "Hemos hecho grandes esfuerzos por mantener nuestro volumen de negocio, y lo que pretendemos con las acciones comerciales que estamos realizando es aumentar dicha facturación en 2010 hasta los 1,5 millones".
Por otro lado, hay cadenas del tamaño de Merkamueble y El Corte Inglés que adquieren modelos en Kubico directamente para la venta en sus establecimientos. Asimismo, cuentan con distribuidores repartidos por las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva, Córdoba, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
Kubico quiere también marcar la diferencia a través del servicio que ofrece al cliente. Es por ello que destina un completo asesoramiento al comprador profesional.
Así, en su web (www.kubicosoluciones.com ), se puede encontrar un área específica para descargar, catálogos, tarifas y aplicaciones informáticas útiles para dar presupuestos o tramitar los pedidos.
Es el modo que tiene esta firma de "trasladar el máximo valor añadido" a la damnificada industria tradicional del mueble.
