Pese a que en todas las universidades andaluzas existen facultades de Administración y Dirección de Empresas y hay más de 12.500 alumnos matriculados, no es entre sus filas donde se encuentran los futuros empresarios. O al menos, eso refleja el estudio Instantáneas sobre la juventud andaluza 2010 realizada por CEPES a partir de 1.300 encuestas telefónicas a jóvenes entre 18 y 29 años.
Los resultados del sondeo vuelven a incidir en que el 42,7% cree que el mejor futuro laboral es ser funcionario, frente a un 23% que se decanta por ser asalariado en la empresa privada y un 32,8% que apuesta por el autoempleo. Lo curioso es que el espíritu emprendedor es menor cuanto mayor es el nivel de estudios, de forma que entre los titulados solo el 26,3% se ve montando una empresa y entre los que aún están en la Universidad un 35%, cifra que entre los jóvenes sin estudios llega al 100% y ronda entre el 40 y 38% entre los que tienen estudios primarios completos o no.
La realidad viene a corroborar en parte las opiniones de los jóvenes, ya que de los 1.300 encuestados, están trabajando el 41,3% y de estos solo el 15% por cuenta propia. En Andalucía, los jóvenes representan el 7,7% de los 400.000 autónomos existentes en la comunidad y la Asociación Andaluza de Jóvenes Empresarios cuenta con 4.500 socios, aunque incluye a empresarios de hasta 40 años.
Son más arriesgados los hombres y los más jóvenes, así como los que viven en ciudades medias (hasta 100.000 habitantes), sobre todo de Almería, Málaga y Sevilla, aunque solo en esta última el porcentaje de los que se decantan por ser empresarios (36,7%) casi se equipara con los aspirantes a funcionarios (37,6%). En el resto, la opción del empleo público supera con creces la de la actividad emprendedora.
La mayoría de los jóvenes reconocen que la formación es el factor más influyente en la trayectoria laboral y señalan los estudios universitarios como los mejores para garantizarse un buen empleo. En cuanto a la dificultad que entraña crear una empresa, en una escala de 0 (extremadamente difícil) a 10 (extremadamente fácil) los encuestados señalan de media un 3,4.
La encuesta pregunta a los jóvenes sobre las principales dificultades y sobre su opinión sobre la valoración social del empresario, con una serie de afirmaciones para que se posición entre el 0 (totalmente en desacuerdo) y el 10 (totalmente de acuerdo). El tema económico es para los jóvenes encuestados el principal obstáculo a la hora de emprender un negocio (87,8% dicen estar muy de acuerdo o totalmente de acuerdo con esta idea), seguidos del miedo al fracaso (67,9%) o la falta de una idea original (61,4%).
Cuando se les pregunta por el prestigio de los empresarios, es curioso que el 73,4% dice estar de acuerdo o muy de acuerdo con que triunfar al poner en marcha un negocio da estatus social, frente al 11,9% que discrepan y un 14,6% con una posición intermedia.
Sin embargo, no parece que el entorno de los jóvenes les anime especialmente a emprender. Así, el 38,8% no esta de acuerdo con que el empresario esté más reconocido que el funcionario en su entorno frente a un 35,3% que si lo cree así y un 25,9% que no comparte del todo aunque tampoco discrepa de esta idea. La cultura de la seguridad laboral del empleo por cuenta ajena parece transmitirse de padres a hijos.
