La falta de previsión de los organizadores del pregón, el Ayuntamiento de Sevilla y la Real Maestranza de Caballería, provocaron el único incidente que ensombreció la jornada.
Unas 200 personas se quedaron en la puerta del teatro, con sus invitaciones en la mano y sin poder entrar al quedar completo el aforo a media hora de comenzar el acto. El Lope de Vega dispone de unas 700 localidades, si bien, se repartieron más invitaciones de la cuenta -el Ayuntamiento asegura que sólo dio 250-.
Según relataron los organizadores, otros años ni siquiera había hecho falta pedir la entrada en puerta, ya que nunca se llenaba el teatro, por lo que dar entradas de más ha sido algo habitual hasta ahora. Las protestas de las 200 personas que quedaron fuera llegaron a escucharse en el teatro y se vivieron momentos de tensión en la puerta, ya que además de insultos a la organización, los invitados sin asiento no permitían pasar ni a aquellas personas que tenían a familiares en el interior guardándoles el sitio.
Pese a todo, la diligente actuación del personal del Lope de Vega y la Policía Local evitó que el incidente fuera a mayores.
