La investigación privada sobre el paradero de Mari Luz Cortés, la niña de cinco años desaparecida el 13 de enero en Huelva, empezó ayer. Así lo confirmó Diego Cortés, el tío de la menor, quien concretó que estas pesquisas pretenden complementar la desarrollada por la Policía.
Después de semanas de negociaciones con distintas empresas de detectives privados, la familia de la menor por fin se ha decidido por una cuyos responsables se personaron ayer en el domicilio familiar para iniciar las pesquisas. Diego Cortés declinó hablar sobre el nombre de la empresa: "No queremos que se sepa, queremos que trabajen sin presión y en el anonimato", señaló.
"Les dejaremos plena libertad para que inicien la investigación por donde lo crean más conveniente, aunque les mostraremos nuestras inquietudes y sospechas", añadió. Entre ellas, se encuentra la de la presunta relación con el caso del pederasta que reside en el barrio de El Torrejón, donde vive Mari Luz, y que también fue el primer sospechoso, ya descartado por la investigación policial.
"Para mí ha sido y sigue siendo sospechoso, violó a su hija, viene de intentar violar a otra menor en Oviedo y vive en el camino que separa la casa de mi sobrina del quiosco en el que se la vio la última vez", afirmó.
Llamadas "dañinas". El tío de Mari Luz aseguró que la familia recibió el miércoles una llamada telefónica en la que un individuo solicitaba hasta dos millones de euros por dejar en libertad a la pequeña. Cortés lamentó estos comentarios "dañinos" y "sin sentido" y restó credibilidad a la llamada, aunque aseguró que la familia "está dispuesta a negociar" en el caso de que se produzcan llamadas que "tengan veracidad".
La Policía Nacional confirmó que la llamada, en la que un individuo decía tener retenida a Mari Luz, se había producido aunque consideró que "no tiene fundamento", por lo que la consideró falsa y sin base.
