Economía

La familia Galadí pacta con sus acreedores y salva el concurso

Rahemo alcanza un acuerdo para el aplazamiento del pago de la deuda aunque sin quita alguna.

el 11 may 2011 / 20:38 h.

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En un momento en el que los Juzgados de lo Mercantil se han convertido en un cementerio de empresas, certificando su muerte en la mayoría de los casos con la declaración del concurso de acreedores -antigua figura de la suspensión de pagos-, una firma sevillana con seis décadas de historia a sus espaldas ha conseguido salvarse.

Se trata de la empresa industrial Rahemo , vinculada a la familia Galadí y gestionada por los hijos del actual presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), y especializada en la fabricación de radiadores para los transformadores eléctricos, la comercialización de radiadores para automóviles y accesorios de reparación y logística e instalación electromecánica de radiadores en subestaciones eléctricas.

Pese al auto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla con fecha 8 de marzo, en el que se declara el concurso voluntario de esta sociedad, uno de los consejeros de Rahemo, Antonio Galadí, explicó ayer a este periódico que se está a la espera de que el juez dictamine el levantamiento del concurso, pues la empresa logró el pasado mes de noviembre alcanzar un acuerdo con más del 80% de sus acreedores -la banca, fundamentalmente- para establecer un aplazamiento del pago de la deuda, que no incluye quita alguna de la misma, así como un plan de viabilidad para el futuro de la compañía.

El acuerdo fue rubricado ante notario en aquellas fechas y, de hecho, según reseñó Galadí, la actividad en la empresa se ha mantenido con normalidad, puesto que Rahemo ha conservado durante este periodo de tiempo las facultades de administración y disposición de su patrimonio.

"Consideramos, de acuerdo con nuestros acreedores, que lo mejor era acogerse a un preconcurso y tener un plan global de aplazamiento de pagos", explicó el consejero de la compañía sevillana.

Ahora hay que esperar a que transcurra el plazo legal correspondiente de un mes, hasta el 30 de mayo, para que los acreedores notifiquen las cantidades adeudadas al administrador concursal, tras lo cual el juez deberá verificar que coinciden con los saldos que se establecieron en el citado documento firmado en noviembre, reseñó.

Y es que recordó que la aprobación del convenio de acreedores se hubiera producido con tener el visto bueno de más de la mitad de los acreedores.

Ésta es la salida que garantiza la supervivencia de la empresa, ya que cuando en un proceso concursal no se alcanza un acuerdo en este sentido, el final al que se ve abocada la firma en cuestión es el cierre y la liquidación.

De hecho, en esa fecha la sociedad sevillana realizó una ampliación de capital por importe de 800.000 euros con el objetivo de reflotar la compañía.
Como en tantas otras ocasiones, la situación de crisis económica, que se prolonga por espacio de más de tres años y medio, está detrás de estas dificultades.

La industria del metal andaluza, con 272.700 puestos de trabajo, tiene un peso muy importante en la economía regional, según datos de Fedeme.

Según la estadística más reciente del INE , en el primer trimestre del año 19 familias se declararon en concurso de acreedores, un 36,6% menos que en el mismo periodo de 2010, mientras que 131 empresas se acogieron al concurso en Andalucía, de ellas, 19 fueron firmas industriales y vinculadas a la energía.

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