Los familiares de Federico García Lorca no pondrán objeción a la apertura de la fosa común en la que se cree que yacen los restos del poeta granadino junto a otros fusilados si así lo estima el juez Baltasar Garzón, aunque se oponen a que la posible exhumación se convierta en un "espectáculo mediático".
La decisión adoptada por "unanimidad" por los Lorca llega después de que la familia del maestro Dióscoro Galindo, supuestamente enterrado junto al poeta granadino, formalizara el pasado día 10 su petición ante la Audiencia Nacional de que se exhumen sus restos, solicitud que hicieron extensiva al banderillero Francisco Galadí, que también estaría en la misma fosa.
Ante la posibilidad de que un proceso judicial concluya con la búsqueda y posterior exhumación de los restos del enterramiento, la familia Lorca mostró en un comunicado su "respeto" por los deseos de todos los familiares de las víctimas para decidir qué hacer con los restos de sus antepasados. La sobrina nieta del poeta Laura García Lorca, manifestó ayer a Efe que ni quieren ni pueden oponerse a una exhumación parcial de la fosa, pero se muestran "reacios" porque consideran que "desvirtuaría" el lugar y la memoria histórica de lo que ocurrió. Son partidarios de que la fama de Lorca, fusilado en 1936, sirva para proteger la zona como "lugar de la memoria pública contra la salvaje represión" y, en caso de hacerse la exhumación, reclaman el "máximo respeto, privacidad e intimidad".
La familia considera "infame" insinuar que su defensa de preservar intacto el lugar equivalga a que se oponen al estudio riguroso de la Guerra Civil y la represión franquista. "Se ha dado una interpretación muy simplista" porque "no querer abrir la fosa no significa no querer conocer la historia y denunciarla", afirmó la sobrina del poeta, que presidente la Fundación Federico García Lorca que siempre ha puesto sus documentos a disposición de los historiadores, defendió.
Para la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, la posible exhumación es, "además de un acto humanitario, una cuestión de derecho". Este colectivo considera compatible el deseo de la familia Lorca de que los restos del poeta permanezcan en el barranco de Víznar con el de las familias Galindo y Galadí de exhumar los restos y darles digna sepultura.
Por su parte, el hispanista Ian Gibson, biógrafo del poeta, dijo a Efe que el "encomiable replanteamiento" de los Lorca sobre la exhumación "abre las puertas" a la localización definitiva de sus restos, que sus investigaciones sitúan en una zona conocida como Fuente Grande ubicada en los límites del término municipal de Alfacar y próxima al barranco de Víznar. Según este historiador, nadie puede exigir a los herederos del poeta "lo que ellos no quieran" si pretenden que los restos permanezcan donde se encuentran, aunque considera "muy malo" que sigan existiendo tantos "bulos, incertidumbres y teorías" sobre su emplazamiento exacto.
Gibson no cree que la posible exhumación implique "desvirtuar" su memoria pero ve lógico que la localización de los restos "del poeta español más traducido y universal" interese internacionalmente.
