Las dos últimas muertes de violencia machista, en circunstancias muy similares y ocurridas en menos de 24 horas, claman por un cambio en la estrategia para erradicar esta lacra. Así, el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Getafe, Pedro Castro, reclamó ayer un "gran acuerdo" entre las administraciones públicas para poner en marcha una campaña de prevención de la violencia machista.
Castro se pronunció así tras ser preguntado por la última mujer asesinada, ocurrido en la noche del jueves en su municipio, donde una pareja fue hallada muerta en su vivienda. La principal vía de investigación apunta a que el hombre, de 50 años, mató a su pareja, de 47, con un arma blanca y posteriormente se quitó la vida.El alcalde abogó por que haya más garantías hacia las víctimas de la violencia machista, y reclamó un "gran acuerdo" entre la administración central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos para la puesta en marcha de "una gran campaña de prevención".Castro se refirió al acuerdo alcanzado entre la FEMP y el Ministerio de Igualdad para reforzar el trabajo conjunto de los servicios municipales, especialmente en los municipios pequeños donde la "situación de proximidad" permite conocer "perfectamente lo que ocurre en los hogares", al objeto de promover una política de prevención "clara y dura" y mayores garantías para las víctimas.
El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, se sumó a la petición de la unión de todas las fuerzas políticas y de las administraciones para erradicar esta lacra de la sociedad porque "nace de las raíces culturales" y "nos ha acompañado durante siglos".El alcalde, que contó el hallazgo de los dos cadáveres a través de Twitter y Facebook, recordó que en el caso de Getafe, como en el del jueves de Alicante, no había denuncia previa. Por su parte, los vecinos de la mujer asesinada en Getafe, Piedad, explicaron que la pareja había roto hace días y que nunca habían escuchado ninguna discusión entre ambos. En declaraciones a Efe, aseguraron que los fallecidos no vivían juntos y que era normal ver al hombre "de vez en cuando" en casa de la víctima. De hecho, los vecinos se enteraron del suceso al oír los gritos de su hija cuando, al llegar a casa de su madre, la encontró muerta junto a su pareja. En cambio, otros vecinos, citados por la Cadena Ser, afirmaron que este desenlace "se veía venir"
La fallecida, que había trabajado en un bar de Getafe, era -según sus conocidos- una mujer "muy cariñosa y educada", al igual que sus hijos, de 16 y 23 años, que tuvieron que ser ingresados con una crisis de ansiedad al conocer la muerte de su madre.
Con la muerte de Piedad, el número de mujeres fallecidas en lo que va de año a manos de su pareja se eleva a 56, cifra superior a las fallecidas durante todo 2009. Únicamente 13 habían denunciado a su agresor.
Sólo 24 horas antes, un hombre de 54 años mató en Benejúzar (Alicante) a su mujer, de 49, con una pistola y luego se suicidó de un disparo, según informaron fuentes próximas a la investigación. Los cadáveres del matrimonio, de etnia gitana y dedicados a la venta ambulante, fueron localizados también por una de sus hijas en la vivienda familiar.
