Cultura

"La figura de Camarón ha ido menguando en estos veinte años"

El productor de 'La leyenda del tiempo' y otros legendarios álbumes del genio de la isla evoca cómo se conocieron y trabajaron para revolucionar el orbe flamenco.

el 29 jun 2012 / 20:00 h.

Ricardo Pachón, un productor que encontró en su camino a un diamante en bruto llamado Camarón.

Camarón puso el caudal desbordante de su voz, pero muchos señalan a Ricardo Pachón (Sevilla, 1937) como el cerebro a la sombra que hizo posible La leyenda del tiempo, el disco que marcó un antes y un después en la Historia del cante jondo, incorporando guitarras y bajos eléctricos, teclados y baterías, así como textos de poetas que nunca antes habían entrado en compases flamencos.

Aunque también ha trabajado con gente como Lole y Manuel, Veneno, Silvio, Tabletom, Fernando Terremoto, Pata Negra, Aurora Vargas o Rocío Jurado, su nombre va indisolublemente unido al del genio de la Isla, a quien conoció siendo casi un niño y acompañó hasta el final.

-¿Cómo ha crecido la figura de Camarón en estos años?

-Yo creo que más bien ha ido menguando, en el sentido de que se ha hecho muy poco, poquísimo, por él. Los discos que se han ido editando, como el del concierto del San Juan Evangelista, con un Camarón medio muerto, son un desastre. Si ha crecido Camarón en este tiempo, ha sido por los aficionados, no por las institituciones, ni por la industria.

-Cuando el sello Universal se hizo propietario de toda su obra, muchos pensaron que el legado de Camarón quedaba a salvo. ¿No ha sido así?

-Todo lo contrario. Universal tiene cien delegaciones en todo el mundo, ¡cien! Y ni una sola ha editado discos de Camarón. Si compras un disco suyo en París, es de importación. No lo han difundido como el artista universal que es.

-¿Recuerda cómo se conocieron José y usted?

-Lo conocí muy jovencito, cuando él tenía 13 o 14 años. Pasé por la Venta Vargas, camino de Algeciras, y me quedé un rato a escuchar cante. Recuerdo que hubo un incidente, una guitarra rota... El caso es que José me pidió que lo llevara, se montó en el coche conmigo y bajamos a Algeciras. Eran tiempos en que uno no se planteaba si era procedente llevar a un menor...

-Ese fue el principio...

-Sí, luego nos fuimos viendo intermitentemente, él venía mucho a la Feria de Sevilla, a la caseta de la Venta de Vargas, y a La Cuadra, lo que luego fue La Carbonería... Y coincidíamos siempre, empezó una relación afectiva, hasta el 79, cuando termina su contrato con la Universal. Yo estaba en CBS con Lole y Manuel, quise atraerlo, y firmé mi primer contrato por cuatro discos: La leyenda del tiempo, Como el agua, Calle Real y Viviré... Y en total fueron doce discos, incluyendo el homenaje titulado Por Camarón.

-¿Qué cree que aportó usted que le faltara a Antonio Sánchez Pecino, padre de Paco de Lucía y antecesor suyo en estas tareas de producción?

-Con Antonio Sánchez Pecino grabó Camarón nueve discos maravilloso que quedan para la eternidad. Son discos de guitarra, voz y palmas, no sacan la patita de ahí. Luego Camarón vino a Sevilla, contactó con Kiko Veneno, con Pata Negra, con Alameda. Era una época muy revolucionaria la que se vivía aquí, y de todo eso salió aquel disco...

-¿Cree, como se ha dicho, que La leyenda del tiempo fue el paso de "los remiendos en los calzones" de Marchena al futuro?

-Ya se habían hecho experiencias positivas con Smash, con las Guitarras callejeras de Pata Negra, con Lole y Manuel. Pero Camarón ya era el Príncipe de los gitanos. Todo se aceptaba, si lo hacía él.

-Eso no impidió que el disco fuera muy rechazado, había devoluciones en El Corte Inglés...

-Fue un fracaso de ventas y de crítica, salvo excepciones, como la de Diego Manrique. Pensaban que José se había vuelto loco.

-¿Él tenía miedo al fracaso, a los reproches de los puristas?

-Para nada. Jamás renegó de La leyenda del tiempo. Sí tuvo presiones de compañeros, que le dijeron que se equivocaba, y luego acabaron reconociendo que era su mejor disco... Él me decía, riéndose. "Ricardo, el próximo disco, guitarrita y palmas, ¿eh?"

-¿Era él consciente de lo que cantaba cuando interpretaba a Lorca, Villalón u Omar Khayam?

-Absolutamente no. José era analfabeto. Tenía la grandeza de su estirpe, los gitanos herreros, que son la aristocracia de su raza, un saber estar impresionante. Pero no entendía las letras, ni falta que le hacía. Yo le decía: "Esto es el surrealismo de Lorca, mejor no complicarnos con él". Pero José lo cantaba como si hubiera sido amigo de Federico.

-¿Pudo despedirse de él?

-Tuve la mala suerte de perder a mi mujer unos meses antes. En unas circunstancias tan tristes, no estuve a su lado como debía. Sí fui a verle, pero no estaba mentalmente fuerte para ayudarle.

-¿Cómo vivió la campaña contra Paco de Lucía, las acusaciones de que se había aprovechado económicamente de Camarón?

-La relación entre Paco y José fue inmaculada, y cualquier intento de echarle tierra es injusto. Otra cosa es que había nueve discos, 90 temas, de los que era autor Antonio Sánchez Pecino, en una época en que no había SGAE ni nada de eso, y se estilaba esa forma de autoría. Lo grave fue que, por transcribir las partituras, la editorial Warner se quedó con los derechos por 50 años del 50 por ciento de todo, y ahí entraron Camarón, Paco, Raimundo, Kiko... Éramos gilipollas. Fue una estafa tan gorda como la de Gescartera. Pero la campaña contra Paco es lo más innoble que se ha hecho. Le insultaron en el entierro, tuvo una depresión que le duró años...

-¿Hay sucesor para José?

-De momento, no. La cosa está difícil, porque un genio de estos no sale todos los años. Se ha intentado encontrar candidatos, Duquende, Cigala... Todos están en la línea. Yo creo que todos los cantaores de hoy son camaroneros, como todos los guitarristas han ido en la estela de Paco. Creo que la más parecida es Remedios Amaya, en voz y en sentimiento.

-¿Cuál va a ser el futuro de camarón en los próximos veinte años?

-Camarón es eterno, pero hay que ser más profesionales y serios. Para la Integral que se editó, en vez de irse a los másters, se copiaron los elepés y sacaron los cedés, una chapuza. A la hora de reproducir las letras, en vez de contratar a alguien cercano a Camarón, se lo encargaron a una secretaria, y no te puedes imaginar las cosas tan graciosas que han salido de ahí... Hasta los homenajes que han programado, son muy provincianos, dicen que lo gordo va a hacerse cuando se cumplan los 25 años... No le han considerado su categoría. Pero el futuro lo tiene ganado por su arte, que se defiende solo.

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