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La final de Copa aguarda a un Sevilla dispuesto a parar los pies al Getafe

El Sevillla afronta la vuelta de semifinales ante el Getafe dispuesto a hacer bueno el 2-0 de la ida. Jiménez lleva a todos los disponibles y esconde sus cartas.

el 09 feb 2010 / 21:32 h.

El Sevilla puede escribir esta noche una página importante en su centenaria historia. Tiene en su mano la posibilidad de alcanzar la que sería su séptima final de Copa, todo un hito, y más aún en los tiempos modernos si exceptuamos la reciente y dorada época de los cinco títulos en quince meses. Pasar a la final situaría a este nuevo proyecto en la mejor disposición para dar una alegría al sevillismo. Nunca hasta ahora Manolo Jiménez había tenido una ocasión tan buena. El año pasado estuvo a punto, pero le frenó aquella cruda vuelta de semifinales en San Mamés. Una espina clavada, profunda espina, que hoy puede sacarse en el Coliseum Alfonso Pérez, donde le aguarda el Getafe de Míchel.

El resultado consiguió en el partido de ida sitúa al Sevilla con pie y medio en la final. Y lo recuerda también la historia: siempre que los nervionenses ganaron el primer duelo de semifinales, continuaron adelante, salvo la pasada campaña. La debacle vivida ante el Athletic (3-0 tras el 2-1 de la ida) es la única remontada en contra que ha sufrido. En las demás ocasiones, hasta seis (en 1921 ganó la ida y superó la eliminatoria ante el Athletic, pero fue descalificado posteriormente), ganar el primer partido fue sinónimo de pasar a la final.

También hay otro motivo para ser optimistas. En doce ocasiones ha logrado un 2-0 en la ida de una eliminatoria y en sólo tres de ellas se lo remontaron. La última, en 1997, ante el Deportivo (2-0 y 2-0) en los penaltis.

CON LA LECCIÓN ESTÁ APRENDIDA. Con todo, el principal argumento esta noche debe ser no ya ese 2-0 obtenido en el Sánchez Pizjuán sino la capacidad que se presupone a este Sevilla para hacerlo bueno. Por mucho que el Getafe le creara problemas durante buena parte del encuentro la pasada semana y por mucho que le ganara en Liga cuando visitó Nervión, dejar escapar esta semifinal sólo parece posible si el equipo no está a la altura de las circunstancias. Y por lecciones aprendidas no será.

La más reciente es la de Zaragoza, donde quedó claro que si no ofrece su mejor versión, con futbolistas clase A y actitud, lo pasa mal. Hoy, Jiménez no podrá contar con jugadores como Negredo, Stankevicius, Squillaci, Sergio Sánchez o Konko y tiene a varios entre algodones (Luis Fabiano, Kanouté, Drago).

SUPERIORES EN TEORÍA ¿Y EN LA PRÁCTICA? Pese a ello, el once que sacará es, teóricamente, superior al del Getafe, que tiene las dudas de Soldado y Albín, sobre todo la del primero, que esperará hasta última hora. Otra cosa es distinta es el rendimiento que se saque a esos futbolistas. Míchel lo está bordando -mejor primera vuelta de la historia del club, semifinal de Copa- y Jiménez debe hacer lo mismo.

Todo hace indicar que el técnico jugará con un solo punta, sobre todo teniendo en cuenta que no está Negredo y que los dos delanteros disponibles (Luis Fabiano y Kanouté) andan tocados. Además, visto lo visto en la ida, reforzar el centro del campo se antoja imprescindible. Renato, haciendo de enlace presumiblemente con Luis Fabiano, se situará por delante de Duscher y Zokora salvo cambio de planes.

Más dudas existen en defensa, donde, sin Stankevicius, todas las miradas apuntan a Drago, que se recupera de una costilla rota. Si Jiménez no le ve hoy en condiciones, Cala y Marc Valiente se disputarán la titularidad. No se puede reservar a nadie. La gran final está esperando al Sevilla, con permiso del Getafe, que apelará a la épica y al recuerdo de aquel sonado 4-0 al Barcelona en el año 2007 tras perder la ida en el Camp Nou por 5-2.

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