La final de la Copa del Rey que se disputará mañana en el Camp Nou con la presencia de 80.000 aficionados del Atlético de Madrid y del Sevilla dividirá Barcelona en dos, con el objetivo de evitar que puedan encontrarse los grupos de seguidores más radicales de ambos equipos.
El jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, el comisario Joan Carles Molinero, y el mayor de la Guardia Urbana, Xavier Vilaró, han detallado hoy en rueda de prensa el amplio dispositivo de seguridad, que desde esta mañana ya está en marcha y que tendrá como epicentros el estadio del FC Barcelona, la Estación de Sants y las dos 'fans zone' que se ubicarán para los hinchas de ambos equipos.
En total, se prevé la llegada a la capital catalana, en avión, autocar, tren y vehículos particulares, de unos 80.000 aficionados: 44.000 del Atlético de Madrid -que ocuparán el gol sur del estadio barcelonista y la parte sur de la ciudad- y 35.000 del Sevilla -a los que se ubicará en el gol norte y en la parte norte de Barcelona-.
Molinero ha indicado que su principal preocupación es la llegada -que se da por segura- de aficionados radicales de ambos equipos; intentarán que no puedan entrar en contacto en ningún momento, ya que el resto de hinchas está convencido de que actuarán con civismo y sabrán convivir pacíficamente por el centro de Barcelona en las horas previas a la disputa de la final, que se iniciará a las 21.30.
A lo largo de las próximas horas se prevé la llegada en masa de los hinchas colchoneros -con unos 200 autocares, 12 trenes y 3 vuelos chárter-, así como de los sevillistas -con unos 250 autocares, 9 trenes y 20 vuelos chárter-, además de los que hayan optado por el vehículo propio.
Para evitar incidencias en la ruta por carretera, se han establecido incluso las áreas de servicio en las que pueden parar los autocares de cada una de las aficiones, para evitar que coincidan.
Además, la presencia policial en las autopistas servirá para tratar de localizar a los grupos radicales para empezar a hacerles un seguimiento especial, de acuerdo con la información facilitada a los cuerpos de seguridad por ambos clubes.
Una vez en Barcelona, los autocares del Sevilla entrarán por la Diagonal y se dirigirán directamente a la 'fan zone' situada en la zona alta de la Diagonal, en el parque de la Bederrida, -donde se espera la presencia de unas 15.000 personas-.
Los autocares de los colchoneros entrarán a Barcelona por la Gran Vía y se dirigirán directamente hacia la zona de Montjuïc, en la plaza de Marques de Foronda, -donde se espera la presencia de unos 20.000 hinchas-.
Desde ambas zonas de fans hay indicaciones para ir hacia el estadio barcelonista, de forma que ambas aficiones no se encuentren.
La estación de Sants de Barcelona también vivirá una particular división en dos, ya que el acceso de la plaza Joan Peiró será para los seguidores del Atlético de Madrid y la plaza de los Països Catalans para los sevillistas.
En cualquier caso, Molinero ha advertido que, pese a dividir Barcelona en dos, no se establecerá un "filtro impenetrable", ya que están convencidos del civismo de la mayor parte de ambas aficiones.
No obstante, también se reforzará la seguridad en el centro de Barcelona y en los puntos turísticos, para evitar cualquier incidencia.
Una vez finalice el partido, los responsables policiales confían en que la afición perdedora abandonará el estadio rápidamente y se desplazará hacia su ciudad, mientras que la ganadora alargará su salida del campo -para festejar la entrega de la Copa-, lo que dará tiempo para que no coincidan en la calle.
En cualquier caso, los Mossos y la Guardia Urbana mantendrán el dispositivo activo para tratar de evitar cualquier incidente postpartido, bajo la premisa de aplicar el mismo grado de contundencia que les llevó a detener el pasado domingo a 104 alborotadores durante la celebración del título de Liga obtenido por el FC Barcelona.
