La Agencia Tributaria cifra en 53 millones de euros los beneficios de la explotación de la promoción Malibú en Marbella (Málaga), desarrollada a través de una operación inmobiliaria que investiga el Juzgado de Instrucción 1 en la que habrían participado sociedades supuestamente vinculadas al actor escocés Sean Connery y su mujer, imputados.
Según un informe de mayo de 2010, incluido en la causa y al que accedió Europa Press, en el desarrollo de los 72 apartamentos de lujo en primera línea de playa "existen indicios suficientes que hacen pensar en la comisión de diversos ilícitos penales", algunos ya investigados y otros nuevos como cohecho, contra la Hacienda Pública y blanqueo.
La conclusión de los funcionarios de Hacienda y la Policía es que "parte de los beneficios", incluyendo los importes de un posible fraude, "son transferidos al exterior", sobre todo a Reino Unido y Uruguay, superando el total los 37 millones.
La promoción se hizo sobre la base de tres convenios en los que "no se respeta la legalidad vigente" firmados por el Ayuntamiento marbellí, uno con Malibú SA, "sociedad poseída por el matrimonio Connery para la tenencia de su chalé" y dos con By the Sea, "sociedad opaca" en la que "se puede presumir que Connery" y el beneficiario de la otra empresa "obtienen parte del control".
Concluye que la construcción del complejo "no hubiera sido posible sin la connivencia" del cerebro de Malaya Juan Antonio Rocaquien posiblemente obtuvo "un pago en especie" en fincas.
