J.R. / I.C.R.
El revés bursátil ha provocado que la sociedad de inversión colectiva -o Sicav- Cartera Andaluza, promovida por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), haya entrado en pérdidas. El descontento del centenar de partícipes (inversores, la mayoría socios de la patronal) sobre tal evolución ha conducido a la convocatoria de una junta de accionistas extraordinaria, en la que se tiene previsto prescindir de los servicios de la entidad gestora, Merrill Lynch.
En concreto, con un capital de 10,6 millones de euros -Santiago Herrero, promotor de la iniciativa hace casi dos años, pretendía alcanzar los 100 millones-, la Sicav cuenta con un patrimonio actualizado -es el valor de su cartera de renta fija y variable, por ejemplo, títulos del Tesoro Público y acciones en bolsa- de 8,5 millones de euros, frente a los 12 millones que alcanzó el año pasado. Por tanto, el rendimiento respecto a ese máximo ha caído un 30%, siendo del 20% sobre los capitales aportados por los inversores.
Conforme avanzaba 2008, y a la par de la bajada generalizada de los mercados bursátiles, azotados por las turbulencias financieras internacionales y la crisis económica, la pérdida se iba acrecentando en la Sicav. La sociedad tiene su capital depositado en el Tesoro Público (esto es, deuda del Estado), en títulos en bolsa de Telefónica, Iberdrola y Bankinter y en una treintena de otros fondos de inversión, según el registro oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La junta general extraordinaria de accionistas de Cartera Andaluza está convocada para la segunda semana de noviembre, y en el orden del día figura la revocación de la entidad gestora y depositaria de la Sicav.
En la creación de esta sociedad inversora depositó gran empeño el presidente de la CEA, como fórmula de aglutinar capital andaluz y tomar posiciones relevantes en compañías cotizadas. La patronal, a requerimientos de este periódico, declinó ayer hacer comentario alguno.
