La Fiscalía de Sevilla imputó ayer un delito de asesinato con la agravante de parentesco al padre del bebé de 28 días que murió asfixiado al tener una bola de papel alojada en la tráquea. En la comparecencia previa que marca la Ley del Jurado, celebrada en el Juzgado de Instrucción 19, el fiscal atribuyó al progenitor la muerte de la pequeña, aunque no concretó la calificación del delito. La Fiscalía considera además que la madre no actuó para evitar la muerte de la niña, pese a que mostró signos “evidentes” de que se estaba asfixiando, de ahí que pueda acabar imputándole por homicidio –aún no se ha determinado si por imprudencia o no– y posiblemente también encubrimiento.
En dicho acto, el fiscal no solicitó el ingreso en prisión de la madre del bebé, que tuvo que comparecer ante el Juzgado de Instrucción 19. También estuvo presente el padre, R.C.O., que se encuentra en prisión preventiva desde el pasado 31 de agosto, el mismo día en el que ocurrieron los hechos. La defensa de ambos, en cambio, solicitó ayer el sobreseimiento de la causa, aunque de forma subsidiaria aceptaría calificar los hechos como un homicidio imprudente en el caso del padre.
En su relato el fiscal explica que la madrugada del 31 de agosto de 2009 el bebé estuvo llorando toda la noche. A las 5.40 horas la madre le dio el pecho a la niña, pero ésta seguía llorando. Sobre las 6.00 horas el padre se la llevó a otro dormitorio, mientras la madre descansaba en el contiguo, y como no callaba le introdujo con los dedos una bola de papel amasado de cuatro centímetros de largo por dos de ancho.
Poco después la niña se asfixiaba, sin que ninguno de sus padres reaccionara llevándola al hospital. Según explicó la madre en sus declaraciones, la niña comenzó a toser y tener signos de asfixia en sus propios brazos. Sin embargo, según el fiscal, no fue hasta las 6.45 horas cuando la pareja llamó a Urgencias, aunque para entonces la niña ya estaba muerta, según recoge el forense en su informe, en el que dice que la hora de la muerte se produce mucho antes. La autopsia también ha revelado que la niña tenía alcohol en la sangre, pero se desconoce si lo ingirió directamente o a través de la madre. La defensa, en cambio, asegura que esto se debe a que el padre le había puesto a la niña un papel con alcohol en un labio porque tenía una herida.
Al final la pareja, que residía en la barriada Macarena Tres Huertas, decidió llevar al bebé a Urgencias del hospital Macarena, que está a unos 300 metros de su domicilio, aunque el bebé ya ingresó cadáver. Al encontrarle la bola de papel en la tráquea, el hospital dio aviso a los padres, que fueron detenidos. Ambos tienen antecedentes penales por robos y el padre estaba en libertad condicional y a punto de cumplir la condena.
