La Fiscalía investiga una red que prostituía a chicas rumanas en Carmona

Una de las mujeres pudo escapar y denunció a su novio, a su cuñado y a su cuñada por coaccionarla.

el 10 feb 2011 / 19:27 h.

La Fiscalía de Sevilla y la de Rumanía están colaborando en una investigación para detener a los cabecillas de una red de prostitución que tenía su base en Carmona. El caso fue archivado hace ya más de dos años por un juzgado de la localidad, ya que las tres personas implicadas, todas de origen rumano, huyeron. Ahora las autoridades de Rumanía las tienen localizadas y han solicitado la colaboración de la Fiscalía sevillana para esclarecer el caso.


Según explicaron fuentes del Ministerio Público, la red fue descubierta gracias a la denuncia que una de las chicas hizo ante la Guardia Civil hace tres años. La joven había venido a Sevilla con su novio completamente engañada, ya que ella creía que ambos venían a trabajar. Sin embargo, según explicó ella en su declaración, cuando llegó a Sevilla el chico la obligó a prostituirse para lo que la coaccionó y amenazó. La chica, que entonces tenía 23 años, era prostituida dos veces en semana en un club de Carmona y luego era llevada a una casa en Marchena para que descansara cuatro días.

En sus declaraciones, la joven aseguró que el dinero que ganaba se lo repartían entre su novio, el hermano de éste y su cuñada. Normalmente solía sacar una media de 2.500 euros semanales, pero llegó incluso a alcanzar los 4.000 euros, cantidades que siempre se repartían los tres, quienes además le quitaron su pasaporte para que no se pudiera marchar. La chica explicó en su denuncia que incluso llegó a sufrir agresiones físicas, ya que se negaba a prostituirse.

Pero ella no era la única mujer que fue obligada a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, sino que la red logró traer a "muchas mujeres" desde Rumanía bajo la promesa de darles un trabajo, aunque las fuentes no pudieron precisar el número exacto. La chica aseguró en su declaración que su novio era el que se encargaba de reclutar a las mujeres en su país de origen y luego las mandaba a España, donde su hermano y su cuñada las prostituían. Al parecer, el papel de la joven implicada en la red era el de controlar a las mujeres en el club, ya que era allí donde captaban a los clientes. El gerente del local desconocía que las chicas estaban siendo coaccionadas para prostituirse, por lo que no se han emprendido acciones legales contra él.

La joven pudo escapar gracias a que un constructor que solía acudir al club a tomar copas le ayudó. El hombre se enteró de la situación en la que se encontraba y la ayudó a escapar, recomendándole que denunciara lo ocurrido ante la Guardia Civil. Así lo hizo y un juzgado de Carmona abrió diligencias. Sin embargo, el juez se vio obligado a archivar las actuaciones porque los tres cabecillas huyeron.

La chica volvió a Rumanía, donde también denunció lo ocurrido. La Fiscalía rumana lo está investigando desde hace cuatro meses, ya que tiene localizados a los tres implicados. Por ello, pidió a la Fiscalía de Cooperación Internacional de Sevilla que le tomara declaración al hombre que ayudó a la chica y que le enviara toda la documentación del caso.

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